«Silencio a cambio de inversión»
La Archidiócesis de México arremetió ayer contra la dictadura comunista de China por «las violaciones a los derechos humanos» que suceden en el país asiático y pidió al presidente, Enrique Peña Nieto, que trate el asunto durante la visita que su homólogo Xi Jinping hará a México esta semana. «Mucho le falta a China para ser un país de libertades plenas. Mucho le falta a los demás países, entre ellos México, para defender por encima de sus intereses políticos el respeto a los derechos humanos más elementales», señala un editorial publicado en el semanario «Desde la Fe».
(Efe/InfoCatólica) El mensaje «Silencio a cambio de inversión» y lanzado por la mayor archidiócesis mexicana a dos días de la visita de Xi Jinping a México, señala que en China hay un «innegable» desarrollo económico e industrial pero hoy ocurren en ese país «serias violaciones a los derechos humanos fundamentales».
Esta situación «lamentable y deplorable» hace que «prevalezca un silencio cómplice internacional sobre dichas acciones, entre ellas, la falta de libertad de expresión y la inexistente libertad religiosa y de culto».
La institución religiosa critica también «la criminal política abortiva de niños y niñas que ocurre al amparo de la ley de 'un hijo por familia'».
Recuerda que «desde hace medio siglo, la Iglesia en China vive en situaciones subterráneas, y los católicos son frecuentemente perseguidos, multados, torturados y obligados a trabajos forzados».
La Archidiócesis capitalina lamenta que China aproveche «su poderío económico y su potencial militar para presionar a otros países a que acepten sus condiciones y puedan llevar buenas relaciones».
«Ojalá el presidente Enrique Peña Nieto no pierda la oportunidad de defender los derechos humanos, más allá de los intereses económicos que se pretendan entablar con aquella lejana nación, con la próxima visita del presidente chino», indicó la archidiócesis, encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera.
Esta semana Xi hará una visita de Estado a México del 4 al 6 de junio, menos de tres meses después de haber asumido el poder, en un viaje que le trae también a Costa Rica y a Estados Unidos.
Xi ya viajó México en 2009, cuando era vicepresidente y en este país gobernaba Felipe Calderón.
La última visita de Estado de un mandatario chino a México fue la de Hu Jintao en septiembre de 2005, hace casi ocho años.
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