(El Tribuno/InfoCatólica) En una reflexión difundida ayer, la Conferencia Episcopal citó al papa Francisco y manifestó que «la economía centrada sólo en la especulación financiera debilita las relaciones, posterga el desarrollo de los pueblos y compromete la equidad del orden internacional».
A su vez, la CEA pidió a la dirigencia nacional una «actitud madura de unidad y responsabilidad para responder a la situación generada».
Preocupación por las consecuencias
En el comunicado, los obispos expresaron la «preocupación pastoral» frente a las consecuencias que el fallo podría tener sobre las poblaciones más vulnerables.
Aseguraron que la situación reclama con urgencia de toda la dirigencia una «actitud madura de unidad y responsabilidad para responder, en una justa negociación, a la situación generada».
No obstante, se mostraron confiados en que «la buena disposición y la competencia profesional de nuestros dirigentes, fuerzas políticas, empresarios, economistas, gremialistas, pueda encontrar un ámbito de diálogo y de trabajo para dar solución a la situación planteada».
Miembros de la ejecutiva
La comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal está conformada por su presidente, monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz; el vicepresidente primero, monseñor Virginio Bressanelli SCJ, obispo de Neuquén; el vicepresidente segundo, monseñor Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta, y el secretario ejecutivo, monseñor Enrique Eguía Seguí, obispo auxiliar de Buenos Aires.
La economía, al servicio del bien común
«La cuestión económica es un tema central en la vida de los pueblos, pero siempre debe estar al servicio del bien común, del crecimiento integral de la persona humana y en el marco de la justicia», señalaron.
Agregaron: «Vivimos momentos en los que más allá de la justa diversidad de pertenencias políticas, la sociedad necesita y espera actitudes y compromisos que expresen la conciencia de ser una Nación».
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