La Oficina de Prensa de la Archidiócesis de Trujillo (Perú) ha publicado un comunicado en el que refiere cómo ha conocido que desde hace varios días la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo (éste es el nombre oficial que tiene allí la secta “Pare de Sufrir”) viene invitando a la comunidad trujillana, para el viernes 3 de octubre, en su local de Trujillo, para tocar el supuesto manto sagrado del Señor de los Milagros.
Ante esta situación que lleva a una confusión, “la Oficina de Prensa exhorta a los fieles a no dejarse sorprender por esta convocatoria ajena a la fe y devoción que los católicos tributamos al Señor de los Milagros, que se venera en el templo Santo Domingo (Jr. Pizarro y Jr. Bolognesi). Reafirmamos que tal Manto del Señor de los Milagros no existe y por lo tanto es un engaño a la fe católica“.
Un reclamo católico para el proselitismo
Si entramos en la página web de la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo de Perú, su dirección (www.iurd.com.pe), sus logotipos y todo el contenido nos dan una idea clara del grupo ante el que nos encontramos: la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), polémica secta neopentecostal de origen brasileño que está implantada por toda Iberoamérica, España, Portugal… y ahora también en África.
La secta es sobradamente conocida por el sincretismo que hace de elementos evangélicos, católicos y hasta afroamericanos. Es lo que sucede en esta ocasión, como en otras muchas, cuando el reclamo oscila entre los sacramentales católicos y la superstición: manto santo, aceite santo, tierra de Israel, etc.
Esto es lo que podemos leer en el anuncio al que se ha referido el Arzobispado de Trujillo: “Si usted sufre con enfermedades, vicios, peleas familiares, insomnio, depresión, deseos de suicidio, venga a tocar el Manto Morado y reciba por fe el milagro que usted necesita. Este viernes 3 de octubre toque el manto del Señor de los mIlagros principalmente 8 p.m. en nuestra Sede Nacional en la Av. Venezuela 681 - Breña y en todas nuestras iglesias Comunidad Cristiana del Espíritu Santo”.
Añaden esta cita del evangelio: “… y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos” (Mateo 14,3), y añaden algunos testimonios con títulos muy significativos: “Dolor en la Clavícula", “Dolor de cabeza", “Parte del cuerpo paralizada".
Veámoslos. Según parece, Flora dice: “Tenía un fuerte dolor en la clavícula, no podía alzar mis brazos, sin embargo al tocar el Manto Consagrado ahora puedo hacer los movimientos que no podía, el dolor desapareció”. Éste es el testimonio de Rosaura: “Sufría con constantes dolores de cabeza y espalda, pero al tocar el Manto Consagrado con fe los dolores desparecieron, estoy totalmente libre”. Por su parte, Lucía dice: “La parte derecha de mi cuerpo estaba paralizada, no podía moverme pero después de tocar el Manto Consagrado puedo hacer los movimientos que no podía realizar”.
Publicar un comentario