El declive de la Iglesia Católica en Alemania y las razones para ello

La polémica en torno al comunicado de género de la Conferencia Episcopal Alemana es sintomática de la situación de la Iglesia católica en Alemania.

Se está experimentando en nuestros días un estremecedor declive de la Iglesia Católica en Alemania. Son tantas las personas que se han ido de la Iglesia Alemana que resulta necesario  y urgente detenerse y reflexionar. Lo preocupante de todo este proceso es que ahora son las generaciones mayores, quienes supuestamente se beneficiaban aún de las catequesis acordes a la doctrina de la Iglesia, las que se están yendo en grandes cantidades. Además de la salida masiva de laicos, causa especial alarma que muchos sacerdotes estén dejando su ministerio, huyen a países extranjeros o se refugian en posiciones convenientes debido a que quieren alejarse del estrés de la desacralizada burocracia diocesana con sus asuntos ajenos a la Iglesia. En este sentido la diócesis alemana más antigua, Trier, se destaca especialmente, pues parece no interesarse del todo por sus sacerdotes y muy poco por sus congregaciones.

¿Cuáles son las razones para esto?

Una nota acaba de ser publicado por la Conferencia Episcopal Alemana, o sea, por los “profesionales” alistados por su secretaría, titulada “Sensible a los sexos: una interpretación católica del género.” Ahí se propugnan ideas que contradicen todas las declaraciones del Papa, los cardenales, el recientemente concluido Sínodo Romano y, en particular, las declaraciones del grupo de los Padres Sinodales alemanes.

La controversia alrededor de esta nota es sintomática de la situación de la Iglesia en Alemania y cómo se ha desarrollado en décadas recientes, como intentaremos mostrar en las siguientes observaciones.

Mucho se ha escrito acerca de la nota misma. El cardenal curial Cordes protestó horrorizado contra esta mala obra. La crítica mejor calificada contra la nota fue la hecha por el Ordinario de Regensburg y antiguo profesor de Teología dogmática de la Universidad de Trier, el obispo Rudolf Voderholzer, por lo que no la discutiremos en detalle.

Entre las declaraciones oficiales del Magisterio acerca de la ideología de género hay que destacar especialmente la opinión del papa Francisco como Supremo Pastor de la Iglesia Universal. Él ha hecho observaciones acerca de la "ideología de género" en varias ocasiones, siendo probablemente su comentario más duro que es demoniaca. Esto le importa a los responsables de la nota tanto como a un pato que le corra agua por la espalda, aunque estos escritorzuelos constantemente escogen de entre las aseveraciones del Papa lo que les puede servir para su batalla ideológica en nombre de la modernización. El Sínodo de la Familia en Roma habló sin ambigüedades contra la ideología de género. El sitio austriaco de noticias católicas Kath.net reportó que incluso el círculo de los padres sinodales de lengua alemana, el cual incluye al presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, cardenal Reinhard Marx, declaró en una intervención especial en el Sínodo el pasado 21 de octubre que “todas las teorías que ven al sexo de un ser humano como una construcción posterior y tratan de hacer socialmente aceptable la idea de que se puede cambiar arbitrariamente deben rechazarse como ideologías.”

Incluso esta declaración tan clara parece caer en oídos sordos en la Secretaría de la Conferencia Episcopal Alemana. Ahora se podría objetar que la nota se había preparado antes de esta declaración conjunta en la cual participaron el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana y el arzobispo Koch, que encabeza el Comité de la Familia. De ser así, la nota se habría retirado de la circulación y desechado en los siguientes días. No creemos que esto vaya a pasar porque aquí se hace visible el problema más grande de la Iglesia Católica en Alemania. Es un problema que no se presenta en ningún otro lugar para la Iglesia Universal: el poder de la burocracia eclesiástica (personal de cancillería) que se ha expandido sin límites en décadas recientes y de los comités que, a causa de una deliberada omisión de catequesis durante décadas, apenas tienen algún conocimiento de la fe, como aseguró el director del personal de la cancillería de una de las mayores diócesis de Alemania. Él dijo que deberían despedir el 70% del personal ahí porque ya ellos no tienen nada que ver con el cristianismo. La gran Archidiócesis de Munich y Freising en 1960 tenía, a la muerte del cardenal Wender, 45 empleados y tres monjas como personal en la cancillería; hoy hay aproximadamente mil. Esto solo es posible es la Iglesia local alemana, que es superalimentada por nuestras impuestos eclesiásticos. En ningún otro lugar en la Iglesia Universal ocurre algo igual.

Actualmente estas burocracias y comités ostentan tanto poder que tienen a la mayoría de obispos en la palma de su mano. Solo los obispos pueden cambiar toda esta situación. Pero hemos visto en lo que le sucedió a los prelados Mixa y Tebartz van-Elst [cuyas renuncias fueron forzadas bajo cargos falsos de abuso no sexual a niños y mal manejo financiero, respectivamente –nota de Miller-] lo peligroso que es para ellos revelarse contra este poder; hoy este último mitrado trabaja en el Vaticano en una importante posición para la Iglesia Universal.

En Alemania se ha formado una iglesia paralela a partir de esta burocracia eclesial junto con los comités, las instituciones y grandes camarillas de teólogos enquistados en las universidades estatales, que en el país ejercen el “poder” en gran medida. Esto es también cierto para la Secretaría de la Conferencia Episcopal Alemana, la responsable de la nota, y especialmente para la KNA (Katholische Nachrichtenagentur) o sea, la Agencia de Noticias Católicas, y el Comité Central de Católicos Alemanes (ZdK) además de la prensa oficial Católica y la presencia en Internet. Un prelado del Vaticano dijo hace tres años que la enorme Secretaría de la Conferencia Episcopal Alemana carga tanta documentación sobre los obispos que quedan sobrecargados; bueno, de alguna manera deben mantenerlos ocupados. ¿Queda ahora dibujada una visión demasiado sombría del asunto?

Uno de los más famosos vaticanistas, el completamente liberal John L. Allen, en su exhaustivo libro de quinientas páginas The Future Church: How Ten Trends are Revolutionizing the Catholic Church, retrata a fondo y conclusivamente el declive que experimenta esta Iglesia particular y otras del hemisferio norte. Además, nombró y describió la “iglesia paralela” mencionada en el presente escrito y predice su decadencia.

A través de nuestras oraciones y apoyo a los obispos, ayudemos a hacer desaparecer esta iglesia paralela lo más rápido posible, para que la Iglesia en Alemania escuche verdaderamente todo el mensaje del papa Francisco, y enérgicamente alcance el desprendimiento de los intereses del mundo que nuestro pontífice promueve casi a diario con ejemplos prácticos. Que seamos asistidos en estos esfuerzos, bajo la guía de la Madre de Dios, por el Santo Patrón de los alemanes, el príncipe de los ejércitos celestiales San Miguel, por San Bonifacio y por todos nuestros grandes santos a través del poder de su intercesión.

Dr. Michael Schneider-Flagmeyer

Traducido por María Jesús Mesén Quirós del equipo de traducción de InfoCatólica, a partir de una traducción previa de Michael J. Miller en The Catholic World Reporter

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