(Asia News) Un enfermero, «por vocación y misión, está obligado a salvar la vida a toda costa, sin discriminación de sexo, raza o religión». Esto es lo que dice a AsiaNews Theresa Cheong, presidenta, para Asia, del Comité Internacional de las organizaciones asociadas de los enfermeros y médicos católicos en el mundo (CICIAMS), según el cual la misión principal de quien está a cargo del cuidado de los enfermos «es sostener la santidad de la vida y la dignidad de la persona, hasta la muerte natural del paciente».
La enfermera, oriunda de Singapur, es miembro del Catholic Nurses Guild (CNG, sindicato de los enfermeros católicos) y se encuentra en la India para participar en el Convenio Nacional de los Enfermeros. Trabajó en el ámbito hospitalario durante cinco años en el sector de Terapia Intensiva, y luego durante cinco años más en el área de Maternidad, antes de dedicarse a la formación de nuevos enfermeros en la School of Nursing colleges del Nanyang Polytechnic de Singapur.
Hablando acerca de su experiencia como docente, dice:
«Los estudiantes deben ser educados en una cultura de la vida. Esta es la base fundamental para un enfermero. Junto a las nociones teóricas y académicas, los alumnos deben permear su formación práctica a través de la vocación». «La enseñanza de la práctica de enfermería es un desafío. Estar a favor de la vida, en contra del aborto o de la eutanasia, significa afirmar,a continuación, que la vida es sagrada, que todos los seres humanos son sagrados, porque la vida es una creación de Dios. Todos nosotros somos llamados a testimoniarlo en el trabajo al servicio de los enfermos, con dedicación y brindando atención médica de alta calidad».
Con respecto a la batalla contra la eutanasia, la enfermera explica que «en cuanto agentes de la salud católicos, junto con las competencia profesionales, tenemos una vocación en relación a los enfermos terminales. Acompañamos a los pacientes y a sus familiares desde el punto de vista espiritual, durante la fase dolorosa del final de la vida».
Theresa Cheong subraya la importancia de predicar los valores del Evangelio a través del cuidado de los pacientes. Por otra parte, los enfermeros católicos también necesitan de un apoyo físico y psicológico, a causa de las agotadores turnos de guardia y de las largas horas de trabajo. A este fin, la mujer remarca que el CNG apoya a los agentes de todas las áreas, los motiva y los alienta. «Organizamos reuniones mensuales –dice-, encuentros de oración, celebraciones eucarísticas y de festividades, que unen nuestro servicio brindado a Dios y a los pacientes».
La presidente asiática del CICIAMS reitera que uno de los desafíos más importantes en la sociedad actual es el crecimiento económico, que se refleja en el cambio de la mentalidad. Dice: «Debemos contrastar estas tendencias hacia la ‘cultura de la muerte’. Adicionalmente, el contraste entre la visión utilitaria y la deontología acrecientan el debate sobre la calidad de la atención médica».
Theresa concluye: «Si queremos ofrecer atención médica de excelencia y aliviar el sufrimiento de los pacientes, la sacralidad de la vida humana es un concepto no negociable. La tarea de los enfermeros hindúes es promover la cultura de la vida y el respeto por las enseñanzas de la Iglesia Católica a través de programas médicos que exaltan la dignidad de la vida humana».
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