(Life News/InfoCatolica) Una instalación de Planned Parenthood en Scranton, Pennsylvania, anunció el miércoles sus planes para cerrar. Aunque esta institución en concreto no realizó abortos, sí remitió a los pacientes para ellos. Según Citizens Voice, Planned Parenthood planea cerrar su instalación de Scranton el 1 de diciembre.
La organización afirmó que tomó la «difícil decisión estratégica» para consolidar los servicios de salud y cerrar el centro de Scranton «después de un análisis cuidadoso de dónde viven nuestros pacientes y buscan atención médica, así como una evaluación de la mejor manera de asegurar la longevidad y la fuerza de los centros médicos existentes».
La señora Reed comentó que la acción permitirá a Planned Parenthood concentrar su experiencia médica en el seguimiento rápido del desarrollo de servicios de salud en línea con el objetivo de regresar a la comunidad de Scranton en el otoño del 2017.
Aunque los líderes locales de Planned Parenthood dijeron que el cierre puede ser temporal, la cadena de abortos enfrenta un difícil panorama después de que los votantes eligieron mayorías republicanas a la Cámara de Representantes y el Senado de los Estados Unidos, así como a un presidente republicano.
Actualmente, Planned Parenthood recibe alrededor de medio billón de dólares de los contribuyentes cada año, a pesar de ser el mayor proveedor de abortos en los EE.UU, y a pesar de numerosos escándalos que implican potenciales ventas ilegales de partes de bebés abortados, posible fraude a Medicaid y el no denunciar abuso sexual de menores. El dinero proveniente de impuestos que recibe Planned Parenthood no se supone que deba ser usado para pagar abortos, pero la evidencia indica que algunas de sus instalaciones lo hacen.
Bajo la administración del presidente Barack Obama, los legisladores pro-vida intentaron retirar los fondos a Planned Parenthood, sin embargo Obama vetó el proyecto de ley. Con Trump en la presidencia, el retiro de los fondos a la multinacional abortista podría ser una realidad
En Planned Parenthood están bastante conscientes de su situación, por lo que la presidenta de la multinacional, Cecile Richards, remitió un correo a los colaboradores de la organización, reconociendo que se sienten devastados y enojados por la victoria de Donald Trump sobre Hillary.
«Devastados. Enojados. Con el corazón roto. Indignados. Conmocionados. Tristes. Asqueados. Avergonzados. Desanimados. Agotados. Destrozados». Con estas palabras, Richards describió la situación anímica de la organización, tras la derrota de su principal aliada.
Planned Parenthood había invertido más de 30 millones de dólares en la campaña de Hillary Clinton a la presidencia, mientras que Trump prometió que firmaría un proyecto de ley para desmantelarla mientras siga haciendo abortos.
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