(Orden de Malta) El gobierno ha enfatizado la lealtad de la Orden al Santo Padre y confirma la voluntad de la Orden a colaborar con el Delegado Pontificio. En nombre de la Orden, Boeselager ha agradecido al Papa Francisco por su guía y ayuda en la crisis de gobierno. Ha apuntado, además, que todas las decisiones del Pontífice mostraron respeto a la Orden de Malta reconociendo, al mismo tiempo, en todas sus acciones su soberanía.
El gobierno ha agradecido también a los miembros de la Comisión Papal por la rapidez en la entrega de su informe. Y ha lamentado las alegaciones infundadas y sin base elevadas sobre el conflicto de interés de los miembros de la comisión.
Seguirán su trabajo social
Tal y como la actual crisis de Oriente Medio y del Mediterráneo nos muestra cada día, el trabajo de la Orden es, si cabe, más relevante y necesario. «No vamos a dejar que las recientes distracciones en el gobierno de la Orden obstaculicen nuestro trabajo humanitario, médico y social», ha dicho Dominque de La Rochefoucauld, Gran Hospitalario.
La renuncia del Gran Maestro del Gran Maestre abre una nueva fase en la vida de la Orden, y con renovadas energías, la Orden se va a concentrar completamente en los grandes retos en la diplomacia humanitaria y el trabajo en el terreno.
La Soberanía y la red Diplomática juegan un rol central en la capacidad de la Orden para servir a las personas necesitadas y es un activo para la Iglesia Católica. La primera prioridad del gobierno de la Orden es el refuerzo de la red diplomática y del alcance de acción de los actuales programas de la Orden. El gobierno de la Orden permanecerá centrado en la cooperación y coordinación con el ACNUR, la misión de la ONU en Libia, la misión naval SOPHIA en el Mediterráneo y la OIM (Organización Internación para las Migraciones).
El gobierno está actualmente evaluando la evolución de la situación en Siria y está preparado para incrementar su compromiso local del lado de las personas necesitadas en cuanto sea posible. Uno de los equipos médicos está actualmente involucrado en una importante misión de formación a bordo del barco San Giorgio, parte de la operación Sophia en el Mediterráneo. El objetivo es formar a los guardacostas de Libia y a los miembros de la marina libanesa en las operaciones de «búsqueda y rescate» en alta mar. La actividad humanitaria de la Orden de Malta se lleva a cabo en 120 países alrededor del mundo. El trabajo de los cerca de 100.000 personas – entre equipo, voluntarios y personal médico continúa siendo insuperable.
«Estamos alarmados y preocupados por la proliferación de posiciones discriminatorias hacia los inmigrantes, no solo, basadas en su nacionalidad. La Historia nos ha dado ya muchos ejemplos que muestran las consecuencias dramáticas de las políticas basadas en el origen y la raza. En cualquier caso, el gobierno toma una firme posición en contra de la creciente falta de respeto a las leyes humanitarias recogidas en la Convención de Ginebra y ratificadas por las naciones», agregó Boesalaguer.
Albrecht Boeselager ha aseguraro que «no solo las normas son cada vez más ignoradas por los actores gubernamentales y no gubernamentales, sino que además las contradicen y cuestionan públicamente. Como observador de las Naciones Unidas y de otras organizaciones multilaterales, vamos a continuar alzando la voz en este contexto».
La elección del sucesor del Gran Maestre tendrá lugar dentro de los próximos tres meses, como se prevé en la Constitución de la Orden de Malta. El lugarteniente ad interim, fray Ludwig Hoffmann von Rumerstein, convocará al Consejo Completo del Estado, el órgano elector, el cual está compuesto por una representación internacional de los miembros de la Orden. Se reunirán en la Villa Maestra de la Orden en Roma.
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