(InfoCatólica) El teólogo moralista Marciano Vidal intervino ayer en la última jornada de las II Conversaciones de PPC, organizadas por la editorial PPC y el Instituto Superior de Pastoral de la Universidad Pontificia de Salamanca en torno a la segunda exhortación apostólica postsinodal Amoris Laetitia y los desafíos pastorales para la Iglesia española hoy.
Tal y como informa Religión Digital, Vidal, cuya doctrina moral ha sido condenada por la Iglesia, aseguró que «Amoris Laetitia es la contra Veritatis Splendor (ndr: encíclica de San Juan Pablo II), es decir un texto que deseábamos como reparación a ese otro que frenó la renovación de la Teología moral del Vaticano II».
El moralista heterodoxo reconoció que en torno a Amoris Laeitita «hay un conflicto de interpretaciones», que «responde a las distintas eclesiologías». De ahí que, según él, este conflicto constituya «una radiografía de las diversas tendencias eclesiológicas de la Iglesia actual». Vidal pretende que dicho conflicto se da entre los que quieren «seguir en la dinámica del poder», los que pretenden seguir «entre una ribera y la otra del río», t los que apuestan por una «Iglesia normal y sencilla, que acepta lo que dice el Papa».
Marciano Vidal aseveró que el texto del papa Francisco «no habla de la procreación, que es uno de los problemas que trae a la Iglesia la 'Humanae vitae'» de Pablo VI. A su juicio, esta encíclica «no se practica en absoluto» y habría que renovarla, en el sentido en que lo hicieron los anglicanos, aceptando que los matrimonios elijan «los métodos contraceptivos».
Comunión de quienes viven en adulterio
Vidal expuso las diversas tesis sobre el acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar, pero recordó que el papa Francisco avaló la interpretación de los obispos de Buenos Aires, contraria al magisterio de San Juan Pablo II en la exhortación Familiaris consortio, en el sentido de que «los divorciados vueltos a casar pueden comulgar».
El propio Vidal fue más allá e indicó como criterios para la comunión de los divorciados vueltos a casar el que «no se ofendan derechos de terceros; que la nueva situación sea más cristiana y más correcta; que no haya escándalo en la comunidad, y que no se quiera comulgar por prestigio social». Siguiendo estos criterios, «la decisión es del creyente laico, sin que esté ni siquiera obligado a acudir al diálogo pastoral con el sacerdote».
El moralista redentorista se permitió igualmente despreciar públicamente al cardenal Cafarra, que es uno de los cuatro purpurados que solicitaron al Papa aclaraciones sobre el capítulo VIII de Amoris Laetitia. Dijo:
«He sido compañero de estudio de uno de esos cardenales, Carlo Cafarra, ya entonces listísimo, pero que ya tenía sus cosas. ¿Cómo un cardenal tan listo puede decir algo así? La Familiaris Consortio dice que los divorciados vueltos a casar son cristianos como todos los demás, pero no pueden participar en la comunión eucarística. O siendo más preciso, dice que sí pueden comulgar, si viven como hermanos. Por lo tanto, la razón no está en la teología del matrimonio, sino en la sexualidad».
Las principales obras de Marciano Vidal, reprobadas por la Iglesia
La Santa Sede emitió en 2001 una Notificación reprobatoria de tres principales obras del P. Marciano Vidal, culminando así un lento proceso de análisis, sólamente iniciado en diciembre de 1997. La Congregación para la Doctrina de la Fe (22-II-2001), después de analizar tres de sus obras –Moral de actitudes, el Diccionario de ética teológica y La propuesta moral de Juan Pablo II–, estima necesario advertir que estos textos «no pueden ser utilizados para la formación teológica, y que el autor debe reelaborar especialmente Moral de Actitudes, bajo la supervisión de la Comisión Doctrinal de la Conferencia Episcopal Española».
Dicha Comisión episcopal, que nunca se había pronunciado sobre la obra de Marciano Vidal, hizo pública su adhesión al dictamen de la Congregación romana poco después de la Notificación (A propósito de la Notificación de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre algunos escritos del P. Marciano Vidal, 15-V-2001).
El cardenal Osoro apoyó el evento
El evento en el que participó Marciano Vidal fue inaugurado por el cardenal y arzobispo de Madrid, S.E.R Carlos Osoro, quien consideró que esta segunda edición de las Conversaciones PPC erauna gran oportunidad para profundizar en la importancia de que «la Iglesia se acerque a la familia. La gente no necesita que nos acerquemos a ellos con imposiciones, sino para escuchar», dijo Osoro, y concluyó afirmando: «amar a pesar de todo es algo a lo que nos invita Amoris laetitia».
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