(Gaudium Press) El presidente de la conferencia de Obispos Católicos de Bielorrusia, Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, emitió una declaración de rechazo por el inicio de la demolición de cerca de 70 cruces en el área de Kuropaty, lugar empleado por las autoridades comunistas para la ejecución de miles de ciudadanos y donde los símbolos sagrados recuerdan a más de 200 mil víctimas que se encuentran sepultadas en el lugar.
«Los medios de comunicación están llenos de informes alarmantes sobre la demolición de cruces en el complejo conmemorativo en Kuropaty, que, junto con muchos otros lugares similares en nuestra tierra es un Gólgota y al mismo tiempo un monumento de la historia y la cultura», afirmó el prelado, quien se recupera actualmente de una cirugía. El Arzobispo señaló que el hecho pone de relieve la ausencia de una auténtica investigación sobre las fosas comunes para esclarecer los crímenes del régimen comunista. «Cada nación debe conocer y respetar la verdad histórica con el propósito de la purificación de la memoria, como pidió San Juan Pablo II, con el fin de construir con éxito un futuro feliz».
La ausencia de una memoria digna en el lugar motivó a que los ciudadanos instalaran las cruces espontáneamente y sin contar con los permisos oficiales. Kuropaty se transformó en un cementerio espontáneo, donde numerosos fieles se acercaban a orar por los miles de compatriotas asesinados. «Nadie dice que no es necesario poner orden en el terreno de Kuropaty, pero no a costa de ofender los sentimientos de los creyentes. Creo que es necesario organizar un debate público sobre el plan de ordenar el área», exigió Mons. Kondrusiewicz.
«Por otra parte, el evento de demolición se llevó a cabo durante la Cuaresma, cuando los cristianos tienen toda su atención dirigida a la cruz de Cristo - el símbolo de nuestra salvación y esperanza», se lamentó el prelado, quien alertó sobre la reaparición de una tendencia de menosprecio oficial en una época en la cual ya no existe una ideología oficial atea. «Pido a los responsables de la demolición de cruces detener con urgencia estas acciones y mediante el diálogo entre las distintas fuerzas políticas y sociales con la participación de representantes de diferentes religiones comenzar el proceso de resolver la situación».
El Arzobispo pidió a todas las parroquias de Bielorrusia celebrar el rezo del Santo Vía Crucis el viernes 05 de abril para orar en reparación «por cada pecado de blasfemia contra la Santa Cruz». Mons. Kondrusiewicz recordó que numerosas cruces y templos fueron destruidos durante el régimen comunista. «Los que trataron de destruir a Cristo lo clavaron en la Cruz, y los que tratan de destruir el cristianismo destruyen las cruces».
Con información de Conferencia de Obispos de Bielorrusia.
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