(InfoCatólica) «La Voz del No Nacido» es el nombre de la campana financiada por la fundación polaca Zycia Tak de Subcarpatia, que fue bendecida por el papa Francisco el año pasado. Pesa casi una tonelada, acompañará a partir de ahora a los acontecimientos que promueven el derecho inalienable a la vida de todo niño concebido.
A finales de junio, en Kolbuszowa, en el sur oeste de Polonia, tuvo lugar la ceremonia para erigir la campana «La Voz del No Nacido» en la iglesia de Todos los Santos. El acto fue precedido por una preparación espiritual de dos días. La misa con la introducción de la campana fue presidida por el obispo Jan Wątrobya, ordinario de Rzeszów.
La preparación espiritual para las celebraciones fue dirigida por Don Przemysław Drąg, Pastor Nacional de familias, quien habló de la importancia de defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
«No se puede ser indiferente respecto a cuántos niños mueren como resultado del aborto», dice Bogdan Romaniuk, vicepresidente de la Fundación «Sí a la Vida», promotor de la iniciativa. Hace un año, se lanzó la idea de que la campana simbólica fuera fundida aquí en el Subcarpático, en el famoso taller de Jan Felczyński, en Przemyśl.
«Hoy toca para recordar el derecho inalienable a la vida, para sensibilizar y despertar conciencias, no solo en Polonia, sino en todo el mundo», añade Bogdan Romaniuk.
El impulsor de la iniciativa de la campana subraya que fue consagrada por el Papa Francisco, quien la tocó simbólicamente por primera vez. «La campana, que comenzó su peregrinaje en Roma, está de camino por toda Polonia. Hoy, fue erigida solemnemente en la parroquia de Todos los Santos en Kolbuszowa, donde permanecerá un tiempo antes de emprender otras rutas de peregrinaje», dijo. Además de Jasna Góra, donde estará la campana el 8 de diciembre, está previsto que llegue, entre otros lugares, a Cracovia, Olsztyn y Lubaczów.
Como señala Romaniuk, «La Voz del No Nacido» es muy elocuente en su exterior. Está decorada con un adorno en forma de cadena de ADN. Su intención es de simbolizar el código genético de los padres: una mujer y un hombre, una madre y un padre de una nueva vida. Además del nombre de la campana, hay una imagen ecográfica de un niño concebido y las palabras del quinto mandamiento del Decálogo: ‘No matarás’. Mostramos que esta ley está vigente a lo largo del tiempo».
«También hay las palabras del Libro de Jeremías: ‘Antes de que te formara en el vientre, te conocía y te consagré’. Con este símbolo, indicamos la intervención de Dios en cada concepción», dice un miembro de la Fundación «Sí a la Vida».
Como señala Bogdan Romaniuk, la noticia del nuevo símbolo provida está ganando notoriedad no solo en las parroquias de Polonia, sino también en las organizaciones provida. Añade que la idea de lanzar más campanas como voces de los no nacidos se está extendiendo a nivel internacional.
«Nos ha contactado una organización provida de Ecuador, estamos discutiendo seriamente la posibilidad de tal campana, de que su corazón suene por la gente de este país. Una solicitud similar vino de Ucrania», explica. Cuando se hayan fundidas las campanas, lo más probable es que también sean consagradas por el Papa Francisco.
La campana «Voz del Por Nacer» pesa cerca de una tonelada. Su tarea es recordar el destino de más de 42 millones de niños que mueren cada año a causa del aborto en todo el mundo.
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