(InfoCatólica) En otoño de 2014, la profesora ayudante Cheryl Abbate, mientras impartía una clase de filosofía en la universidad católica jesuita de Marquette, señaló que iban a tomar como premisa sin necesidad de discusión el derecho al «matrimonio» del mismo sexo y a los demás derechos LGTB, porque «todo el mundo está de acuerdo con esto, así que no hace falta discutirlo». Un estudiante, sin embargo, señaló que él no estaba de acuerdo y que de ningún modo podía darse algo así por supuesto. Asimismo, indicó que si la profesora imponía de ese modo su visión personal del asunto en la clase, estaba sentando un precedente totalmente inadecuado.
Abbate respondió advirtiendo al alumno que estaba grabando la conversación a escondidas, que su defensa del matrimonio entre un hombre y una mujer era un tema prohibido en su clase de ética y comparando sus ideas con el racismo. La docente afirmó: «Puedes pensar lo que quieras, pero te advierto que en esta clase no se toleran los comentarios homófobos, racistas y sexistas». Acto seguido, pidió al estudiante que dejara definitivamente su clase.
Otro profesor de la universidad, John McAdams, aireó el incidente en su popular blog y acusó a la profesora ayudante de «usar una táctica que ahora es típica entre los progresistas. Las opiniones con las que no están de acuerdo no simplemente son erróneas y no merecen de debate, sino que se consideran ofensivas y tienen que ser censuradas». Tal hecho provocó la apertura de un expediente contra Adama, profesor de Ciencias Políticas, por parte de los responsables de la universidad, que acabó con la suspensión de empleo del profesor hasta que reconociera su culpabilidad.
Una de las razones por las que se condenó a Adams fue que la profesora en cuestión había recibido emails con insultos y descalificaciones tras la publicación del artículo que criticaba su actitud con el alumno. La sentencia del juez Hansher indica que el contrato de Adams con la Universidad impide que el profesor hiciera lo que hizo al escribir su artículo.
El Instituto Wisconsin para la Ley y la Libertad (WILL), ha denunciando la sentencia y ha indicado que apoyará el recurso que presentará el profesor:
«Ningún profesor universitario en Wisconsin tiene ninguna protección real si esa es la norma», dijo Rick Esenberg, presidente y consejero general de WILL, en un comunicado publicado ayer. «Si un profesor puede ser considerado responsable de las acciones de cada persona que lee o incluso oye acerca de lo que el profesor escribe, entonces no tienen ninguna protección en absoluto. Según esa norma, todos los profesores que criticaban públicamente a McAdams debían ser despedidos también».
Esenberg añadió: «Llevaremos este caso hasta donde sea necesario para reivindicar los derechos de McAdams -y todos los profesores- a la libertad de expresión y la libertad académica».
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