(Efe/InfoCatólica) La portavoz de Familiae, María José Guindano, ha señalado que, aunque están de acuerdo con el programa en tanto que «nace con el ánimo de aprender a vivir en igualdad, y es un objetivo muy loable», esta implantación de la igualdad y de la coeducación «no se ha introducido ahora de repente».
Ha apuntado que la «polvareda» levantada por la introducción del programa Skolae se debe a que el Gobierno de Navarra «lo introdujo de manera silenciosa, sin contar con las familias» y ha añadido que «nadie sabía de su existencia hasta que en 2018 algunos medios se hicieron eco».
Sexo, no amor
Ha denunciado que, según el contenido al que han accedido, «las relaciones afectivo-sexuales se dejan en el placer y buen trato, dejando de lado el compromiso en las relaciones de pareja, en familia o matrimonio, que son palabras ausentes».
Frente a ello, ha señalado el hecho de que la palabra sexual aparezca 130 veces y la palabra amor 18, a menudo con sentido negativo». Ha criticado que, a pesar de las protestas de las familias, «no se haya hecho ninguna modificación, sino solo un mero maquillaje que mantiene la esencia».
Ha apuntado que Skolae «no deja en buen lugar la figura de la familia» y ha lamentado que se señale que «el modelo amoroso imperante es el amor romántico, definido desde la heterosexualidad, construido en una distribución desigual de roles».
En concreto, han denunciado algunos contenidos como la ficha C31, titulada 'Carta de despedida al machista que hay en mí' o las lecciones sobre la identidad de género.
Por contra, ha lamentado que el Gobierno recurriera la decisión del TSJN que le permitió «imponer Skolae un curso» y ha afirmado que el Ejecutivo navarro ha difundido «la idea de que se puede saltar la justicia por la Ley de Igualdad de 2019 que lo sustenta».
Ha añadido que este curso y el próximo la justicia «ampara a los padres» y se ha preguntado si el Gobierno desobedecerá al Tribunal Supremo, al tiempo que ha criticado que se esté preparando «un traje jurídico al programa con el que solventar el problema, que fue no hacer las cosas bien».
Por su parte, Ignacio del Valle Fernández ha asegurado que, aunque «es obvio que todas las personas tienen derecho a desarrollar su personalidad sin ser discriminado», no todos están «obligados a conocer, apreciar e imitar sus gustos y criterios». «Eso es propio de una dictadura», ha aseverado.
En el turno de los grupos parlamentarios, desde Navarra Suma Pedro González ha alabado «la valentía de las familias» por «subirse a la tribuna y exponer con contundencia sus opiniones». Ha apuntado que «Skolae ha suscitado el rechazo de toda la comunidad educativa y ha eliminado la autonomía» de alumnado y profesorado.
A los socialista no les importa la opinión de los padres
Desde el PSN, Nuria Medina ha destacado que los menores «son también titulares de derecho» y recibir coeducación «es también su derecho».
Ha subrayado que la igualdad y diversidad sexual y afectiva «son valores democráticos que deben ser transmitidos y esto no es ideología de género». «La ideología de género es el machismo», ha resumido.
Desde Geroa Bai, María Solana ha comentado que, «aunque el portavoz de Navarra Suma insista en hacer ver que no hay una mayoría social que apoya esto, según las reglas de juego esto no es cierto».
Ha añadido que parece que todo el programa Skolae «se reduce solo en lo que tiene que ver con lo más palpable con el sexo, que no con la sexualidad, y con el amor romántico y su denostación». Ha lamentado que hayan conseguido hacer «que se reduzca a esto su argumento, porque Skolae es mucho más».
Desde EH Bildu, Arantxa Izurdiaga se ha referido a Skolae como un programa «incuesionable y transversal, así como un plan transformador» y ha tildado la lectura de Familiae y Concapa como «tergiversada y parcial».
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