(ABC/InfoCatólica) La mujer acudió en peregrinación al santuario de Lourdes en julio de 2008, cuando tenía 69 años.Poco después de volver a casa, tras haber visitado y rezado ante la Virgen, sus problemas lumbares y ciáticos se desvanecieron, su invalidez desapareció. Y los médicos no encuentran ninguna explicación lógica.
Nacida en el norte de Francia en 1939, la hermana Bernadette Moriau comenzó a sentir dolores de cíatica en 1966, cuando tenía 27 años. Su estado de salud empeoró hasta el punto de que en 1980 fue declarada inválida. Ya no se podía separar de su silla de ruedas, tampoco era capaz prescindir de las fuertes dosis de morfina que le servían para paliar el dolor, recoge The Washington Post. Las cuatro operaciones a las que fue sometida no la pudieron rescatar de su paraplejia.
Sin embargo, Moriau, que ahora tiene 79 años, asura: «Nunca pedí un milagro». Pero recuerda cómo, al poco de su peregrianción, cuando ya estaba en el convento en que vivía, cerca de Beauvais, rezando en la capilla, llegó el milagro. «Sentí que una sensación de bienestar recorría mi cuerpo, de relajación, de calidez... Volví a mi habitación y, allí, una voz me dijo quítate los aparatos [llevaba férula y corsé, además de la silla de ruedas]», explica en un vídeo. Y, para su sorpresa, empezó a moverse. Ese mismo día abandonó su tratamiento.
Su caso ha sido declarado el milagro número 70 del santuario de Lourdes en 160 años. Hablamos de milagros reconocidos oficialmente aunque se sabe que muchos otros han acontecido pero no han sido investigados siguiendo la normas habituales para estos casos..
El obispo Jacques Benoît-Gonnin, en vista de la «repentina, instantánea, completa, duradera» curación, comenzó a sospechar de que se trataba de un milagro y así lo hizo saber. Varios exámenes médicos, continuos encuentros de expertos y tres reuniones colegiadas en Lourdes (2009, 2013 y 2016) tampoco llegaron a encontrar ninguna explicación científica a lo que había pasado; así lo expresó la oficina de verificaciones médicas. Y, en noviembre de 2016, el comité médico internacional de Lourdes lo confirmó.
Hasta ahora, la última declaración de un milagro en Lourdes se produjo en 2013. Una mujer italiana que había acudido al santuario en 1989 aquejada de una alta presión arterial y de otros problemas ya no presentaba ni rastro de sus dolencias.
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