(Agencias) Frente a la moción, a través de la aplicación de mensajería para teléfonos móviles WhatsApp ha circulado una convocatoria de concentración a las puertas del Ayuntamiento, exponiendo que la propuesta en cuestión pretende «retirar nombres religiosos de calles como Santa Ángela de la Cruz y otras, además de la prohibición de que los ediles asistan a cualquier culto» y ocho puntos «en contra de las tradiciones que perviven en Sevilla a lo largo de siglos». La concentración, en ese sentido, ha sido secundada por cientos de personas.
Dada esta concentración, el portavoz municipal de IU-CA, Daniel González Rojas, en declaraciones a los medios de comunicación, ha invitado a leer la moción, porque la misma no está destinada a «prohibir la Semana Santa o que la gente vaya a misa» ni tampoco pretende «quitar» la rotulación con la que cuentan las calles dedicadas a las vírgenes, cristos o santos de la Iglesia católica.
En ese sentido, ha explicado que dado que España es un estado aconfesional, la moción pretende «separar» totalmente la institución municipal y la religión, cualquiera de ellas, lo que se traduce en aspectos como que los concejales asistan o no a la Semana Santa o a los cultos religiosos de modo personal e individual, pero no «como representantes públicos» del Ayuntamiento y por tanto de la ciudadanía.
Momentos de tensión y violencia
A la hora del debate plenario, la presidenta del pleno, la socialista Carmen Castreño, ha mostrado su «repulsa a todos aquellos que usan la violencia cuando no comparten un criterios, porque se ha amenazado y se ha intentado agredir a concejales de este pleno y a otras personas», aludiendo presumiblemente al caso de algunos de los miembros de Participa, que en efecto se habrían acercado a los manifestantes al comienzo de la protesta. Todas las fuerzas han condenado los hechos.
González Rojas, de cualquier modo, ha defendido la moción en los términos ya descritos y ha recriminado al concejal de Ciudadanos Javier Moyano y al portavoz municipal del PP, Juan Ignacio Zoido, que públicamente hayan ligado supuestamente la moción a una «falta de respeto» a la Semana Santa o a las creencias religiosas, cuando la propuesta «no intenta prohibir nada» ni carga contra la Semana Santa. «Ustedes ven monstruos», ha criticado defendiendo que la separación entre lo institucional y lo religioso «no impide» en absoluto ninguna creencia.
Susana Serrano, portavoz de Participa, ha lamentado los «insultos» vertidos en su contra en la citada concentración y ha apoyado plenamente la moción en los mismos términos que González Rojas, avisando además de quienes están «incitando al odio» con este asunto. Francisco Moraga, por Ciudadanos, ha manifestado que en Sevilla «deben seguir perdurando sus tradiciones, que son las que son», porque en Sevilla los actos religiosos «son eventos culturales, patrimonio de Sevilla, que no se ciñen sólo a lo religioso».
Por el PP, Gregorio Serrano ha tachado de «lamentable» la propuesta, porque constituye «una falta de educación y a la falta de cortesía institucional» para con la Iglesia católica pese a su papel en la sociedad. Para él, la moción contiene medidas «injustas y paranoicas», lo que le ha llevado a defender el papel de la Iglesia católica, exponiendo las actuaciones de la misma en favor de la infancia, los mayores, los desfavorecidos o los inmigrantes, entre otras cosas. En concreto, ha señala los «305 millones anuales» que la institución eclesiástica dedica a la ayuda social en sus diferentes variables. Así, ha criticado el «odio metido en el estómago» de los dirigentes de izquierdas contra quienes «no les han hecho nada».
El PSOE explica su voto en contra
Carmen Castreño, de su lado, ha anunciado el voto contrario del PSOE, lamentando que el debate plenario se haya centrado en la Iglesia católica y no en el conjunto de las religiones. «Estamos en un estado aconfesional, pero hay que tener un respeto profundo a todas las manifestaciones religiosas», ha dicho preguntando retoricamente «por qué no (pueden los concejales) acompañar a los ciudadanos en las manifestaciones religiosas». En ese sentido, ha defendido que el PSOE ha reducido la representación municipal en las celebraciones religiosas. Finalmente, la moción ha sido rechazada con el voto contrario del PP, el PSOE y Ciudadanos, mientras IU-CA y Participa la han apoyado.
El alcalde, Juan Espadas, ha cerrado el debate lamentando «los incidentes, que descalifican a quienes los han llevado a cabo». Espadas ha avisado de que la moción tiene un cariz de «provocación», defendiendo la «historia» de la ciudad y el «ineludible papel de representación» del Ayuntamiento «en las tradiciones», donde la Corporación municipal «estará» de modo «correcto». Además, ha criticado a Juan Ignacio Zoido por una «burda y ofensiva manipulación» del asunto en un tuit relacionado con la polémica, acusando además a la concejal popular Pía Alcón de «patrimonializar» la religión. Finalmente, ha garantizado el «respeto» a las tradiciones y una representación municipal en las mismas «ajustada al papel» institucional, «con el número correcto (de concejales) y el lugar correcto».
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