(Asia News/InfoCatólica) Bajo el estricto control de las autoridades, la ceremonia fúnebre se llevó a cabo la semana pasada en la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes de Caozhuang. El gobierno de Hebei solo expidió pases para 800 personas, oficialmente como medida preventiva contra el covid-19.
Monseñor Yang no era un obispo «clandestino», pero en varias oportunidades desafió la línea «patriótica» de las autoridades religiosas vinculadas al Partido Comunista Chino. Especialmente en 2015 apoyó las valientes protestas del clero de Wenzhou contra la demolición de cruces en la provincia de Zhejiang. La censura había cancelado las publicaciones en las redes sociales que informaban sobre su hospitalización y muerte.
Monseñor Yang era muy respetado. El actual obispo de Handan, Mons. José Sun Jigen, le rindió homenaje en su elogio fúnebre describiéndolo como un «pastor amable y gentil, cercano a nuestros corazones». Mons. Sun destacó que en medio de las dificultades y adversidades, su predecesor «escribió un nuevo capítulo de servicio a su rebaño con su corazón y con su alma».
Los fieles de la diócesis de Handan recuerdan a Mons. Yang por su vida de integridad y de fe, pero también por los cantos sagrados que compuso. En el siguiente vídeo está recitando un poema dedicado a la Virgen.
La pérdida de monseñor Yang es dolorosa no solo para la Iglesia en China, sino también para el Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME), porque creció, se formó y trabajó junto con los sacerdotes del PIME de Kaifeng y de Weihui (ahora Anyang ) en Henan.
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