(Efe/InfoCatólica) Una proposición no de ley del BNG (Bloque Nacionalista Galego) en este sentido ha contado con el apoyo no solo del PSdeG (Partido Socialista de Galicia), sino también del grupo mayoritario, el PPdeG (Partido Popular de Galicia), que ha puntualizado, sin embargo, que los preceptos de esta ley «se cumplen» en Galicia, algo que ha cuestionado la oposición, así como que tanto el partido como el Gobierno autonómico apoyan a todas las mujeres «que elijan ser madres o no serlo».
La viceportavoz parlamentaria del BNG, Olalla Rodil, ha advertido al PPdeG de que controlará que la iniciativa aprobada hoy se cumple por parte del Gobierno gallego. «No quiero servirles para lavar la conciencia y que ustedes se aparten del ala más dura de su partido», ha dicho, para dar un voto a favor mientras «todo sigue igual».
Según ha destacado, en 2020 un 77 % de los abortos en Galicia se realizaron en centros privados, por lo que ha reclamado que se garantice que puedan realizarse en la sanidad pública, tal y como recoge la ley de plazos aprobada en 2010.
La diputada del PPdeG Marta Rodríguez-Vispo ha cuestionado que los datos sobre abortos «se ajusten a la realidad» y ha abogado por modificar el registro de los mismos para que «no se usen como arma arrojadiza», aparte de argumentar que existe libertad de las mujeres para decidir si acuden a la sanidad pública o la privada y «no por imposición».
Por su parte, la diputada del PSdeG Noa Díaz han criticado la actitud de los dirigentes del PP sobre el aborto, y su preferencia por la ley de supuestos de 1985, mostrando en algunas de sus declaraciones «una ideología de lo más rancio y aberrante» en este ámbito.
Pese a las diferentes posturas y las críticas, ha sido posible un acuerdo unánime sobre esta proposición no de ley que insta a la Xunta a «adoptar las medidas necesarias para garantizar» que las mujeres en Galicia puedan «ejercer, con todas las garantías, el derecho al aborto en el sistema público gallego de salud».
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