Se le acusa por algo que ocurrió cuando no era arzobispo
El cardenal Barbarin niega tajantemente haber encubierto «el más mínimo acto de pedofilia»
La magistratura francesa abrió una investigación entorno a los abusos sexuales contra menores cometidos entre 1986 y 1992 en la ciudad francesa de Lyon, por el sacerdote Bernard Preynat, condenado en 1997. En la investigación se ve involucrado, por ser arzobispo de dicha ciudad, el cardenal Philippe Barbarin. El purpurado en conferencia de prensa dada en Lourdes, donde se encuentra reunida la Conferencia Episcopal Francesa aseguró: «Jamás cubrí el más mínimo acto de pedofilia».
(Zenit) l cardenal pidió en un comunicado que se respeten «sus derechos, su honor y la presunción de inocencia» y señaló que fue nombrado arzobispo de Lyon en 2002, es decir que no estaba a cargo de la diócesis en el momento de los hechos, y que se enteró de los mismos mucho tiempo después, señaló la agencia AFP.
En Roma, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, publicó una nota con tono muy distendido titulada «Sobre el caso de pedofilia en Francia», en la que elogia la responsabilidad del cardenal francés, pide que se espere el resultado de la investigación en curso, y se refiere a la carta publicada por la asociación ‘La parole libérée’, donde las víctimas solicitan una audiencia con el papa Francisco.
«La carta dada a conocer por la ‘La parole libérée’ informa de un caso de pedofilia que se produjo hace años en Francia», escribe Lombardi, y añade que «ciertamente, cualquier abuso sexual infantil es un delito grave, las consecuencias para las víctimas no se pueden subestimar, ni en la duración ni en la profundidad del efecto».
«Sobre esto la Iglesia en Francia y a nivel universal innegablemente se ha empeñado desarrollando una responsabilidad y conciencia siempre mayor, que está siendo continuamente renovada. En el caso mencionado, un tribunal francés ha abierto recientemente una investigación, es conveniente por lo tanto esperar el resultado», indicó.
«Sea el resultado que sea –añade el portavoz– es lícito manifestar respeto por el cardenal Barbarin y por su sentido de la responsabilidad: esto no puede ser considerado ofensivo hacia nadie».
A continuación, Lombardi señala en la nota: «Se desprende de la carta publicada que los autores desean ser recibidos en audiencia privada por el Santo Padre». Y sobre esto concluye: «Nos sea permitido observar, que normalmente una audiencia privada del Papa no es solicitada a través de la prensa, obviamente con el objetivo de ejercitar una fuerte presión mediática. Los no pocos encuentros de los Papas con las víctimas de abusos sexuales se realizaron en un contexto en los que se garantizó atentamente el necesario clima de escucha y de diálogo espiritual para que pudieran dar todos sus frutos».
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