La homeopatía cada vez tiene más frentes abiertos. Tras las protestas de las asociaciones de afectados y el cuestionamiento de la comunidad universitaria, además de la cancelación del Máster de la Universidad de Barcelona, el último rechazo público proviene de la Organización Médica Colegial (OMC), según informa Almudena Ortuño en Valencia Plaza.
El presidente del OMC, organismo de ámbito estatal, Juan José Rodríguez Sendín, ha manifestado que la homeopatía es un proceso “ilusorio y engañoso” sin “ningún tipo de evidencia científica”, por lo que niega que pertenezca al mundo de la medicina, sino “al de las creencias”.
Discusión entre los profesionales
La postura contrasta notoriamente con la del Colegio de Médicos de Valencia, una de las 52 entidades integradas dentro de dicha corporación, que hace un mes calificaba la homeopatía de “acto médico” y mostraba su respaldo siempre que fuera llevada a cabo “por profesionales de la medicina titulados y colegiados”.
Desde la propia entidad admiten que deberán “replantearse” la situación, pero todavía no han tenido tiempo de reunirse y tomar una decisión. Sin embargo, argumentan que habían sustentado sus conclusiones en la Asamblea General de la OMC en 2009, donde votaron los distintos colegios.
Rodríguez Sendín, por su parte, alude a la declaración de la Asamblea General de 2013. En ella se advierte, entre otros aspectos, de que “no son éticas” las prácticas médicas inspiradas en el “charlatanismo”, las carentes de base científica y “que prometen a los enfermos la curación”, los procedimientos ilusorios o “insuficientemente” probados que se proponen como “eficaces”, la simulación de tratamientos médicos o intervenciones quirúrgicas y el uso de productos de composición no conocida. En este marco, incluye a la homeopatía.“No solo es el Máster de la Universidad de Barcelona, sino que también hay otros e, incluso, secciones de Homeopatía dentro de los propios colegios de médicos”, critica el presidente, una alusión que podría aplicarse a Valencia. “Se trata de ir convenciéndolos de que no tiene ningún sentido tener una estrategia que es engañosa y sin evidencia científica”, aseveró Rodríguez Sendín. Ahora bien, el presidente de la OMC recordó que no se puede sancionar a los médicos que practican la homeopatía porque la ley permite esta práctica.
Incertidumbre y falta de controles
El pasado 30 de octubre tuvo lugar en la sede de la OMC una Jornada-Debate sobre Homeopatía. En ella, su vicesecretario, Jerónimo Fernández Torrente, afirmó que “la OMC no acepta la denominación en ningún caso de Medicina homeopática ni otro tipo de medicina que no sea la científica en la que se basan nuestros Sistemas Sanitarios Europeos, que han de ser preservados en todo caso”.
Es por ello que, a su juicio, “cuando hablamos de Homeopatía y otras terapias no convencionales, nos movemos en un contexto de incertidumbre científica, de diversidad de competencias profesionales, de heterogeneidad de la práctica y de escasez de controles de calidad de su actividad”.
Desde el punto de vista del Dr. Fernández Torrente, las terapias no convencionales presentan una serie características que “al propio tiempo son inconvenientes”. Entre ellas cabe destacar: ausencia de un campo asistencial delimitado, en el sentido ordinario de este concepto aplicado a especialidades médicas y áreas de capacitación específicas; fragmentación notable de técnicas y procedimientos, y, dentro de cada técnica, de métodos de aplicación de la misma, que condiciona una notable heterogeneidad de la práctica profesional; la incertidumbre como condicionante de sus actuaciones asistenciales, ante la escasez de evidencias científicas que la avalen; carencia de controles de calidad internos y externos, objetivos y contrastables, en lo referente a los aspectos asistenciales, docentes y formativos; formación fluctuante, escasamente estructurada y generalmente no acreditada, e interacción con la comunidad científica anecdótica.
Un acto sanitario, pero no médico
“La aplicación de algunos procedimientos de Terapias y Técnicas No Convencionales que no precisan de tratamientos curativos es un Acto Sanitario y no en sensu estricto un Acto Médico”, según defendió entonces el vicesecretario de la OMC. Es por ello que “los actos sanitarios deben ser realizados por profesionales sanitarios, sometidos y regulados por la Ley 44/2003 de Ordenación de las Profesiones Sanitarias. Los actos sanitarios deben realizarse en centros sanitarios debidamente autorizados según determina la Ley General de Sanidad, la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del SNS y el Real Decreto 1277/2003 sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios”.
Fernández Torrente puso el acento en la que denominó “gran paradoja homeopática”, esto es la falta de regulación oficial académica, con carácter estatal y por los cauces legales, sobre la formación de los profesionales, además de la inexistencia de controles sobre el ejercicio profesional de la actividad terapéutica homeopática. Por otra parte, según añadió, “la inmensa mayoría de los productos y/o medicamentos homeopáticos existentes en el mercado actual no cumplen con las condiciones del procedimiento simplificado que el RD 1345/2007 establece”.
A este respecto, subrayó que “la razón científica debe formar parte de la razón ética, y sin la primera no puede construirse la segunda”. Asimismo, consideró que “la responsabilidad de las Administraciones central y autonómicas estará fundamentada en las repercusiones sobre el uso y la aplicación de estas terapias/técnicas en el ámbito de los cuidados sanitarios y de la salud pública, pendientes de una regulación efectiva en una norma Estatal con rango de Ley; los riesgos de su mala utilización o utilización inadecuada , así como la regulación de los centros sanitarios donde debe aplicarse e identificar a quienes lo hacen y cómo lo hacen y la veracidad de la publicidad al respecto”.
Instó a un análisis de “la situación actual de las terapias y técnicas no convencionales en nuestro país, necesario para el abordaje de sus implicaciones profesionales, éticas y jurídico-legales”, y es que, como afirmó, “la mejor garantía para las administraciones, los ciudadanos y los pacientes, es una profesión vertebrada adecuadamente, consciente de sus limitaciones, legalmente autorizada, que tenga las normas deontológicas y de autorregulación exigibles y que al mismo tiempo esté sujeta a un control externo”.
En esta jornada de debate también participaron médicos que defienden el uso de la homeopatía. Sin embargo, la última de los ponentes en esta mesa de debate, la Dra. María José Más, que disertó sobre “práctica médica y homeopatía”, expresó sus dudas acerca de esta técnica, así como sobre los productos homeopáticos. “Ninguno de los que somos médicos podemos dejar de dudar ante la homeopatía”, insistió. Apostó, decididamente, por la “medicina de la convención, basada en teorías probadas, y no en la incertidumbre”.
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