(GaudiumPress/InfoCatólica) En mayo del 2021, fue emitido un aviso por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS) respecto a los procedimientos de transiciones de género, en el cual se anunciaba un restablecimiento en el que todos los médicos, sin excepción de aquellos que se opongan por razones médicas o de conciencia, deben realizar procedimientos de transición de género tras la debida remisión de un profesional de salud mental.
Sin embargo, la Asociación Médica Católica se ha mostrado abiertamente en contra de dicho «mandato transgénero», uniéndose a una demanda en oposición de la administración del presidente Joe Biden en esta área.
«La identidad biológica debe seguir siendo la base para tratar a los pacientes» afirma el Dr. Michael Parker, presidente de la Asociación de los médicos católicos, quien también expresa que, con el fin de incluir la discriminación basada en la auto-determinada identidad de género, el mandato nombrado interpreta de forma incorrecta la discriminación sexual en la atención médica.
«Este mandato no solo pone en peligro la salud y la seguridad de nuestros pacientes, sino que también exige que los proveedores de atención médica renuncien a su derecho fundamental a la conciencia. Esto sienta un precedente peligroso con implicaciones incalculables para la práctica ética de la medicina», añade el doctor.
La demanda en cuestión fue presentada ante una corte de distrito federal en Chattanooga, Tennesee por el grupo legal Alliance Defending Freedom, quienes representaban a la Asociación Médica Católica y al Colegio Americano de Pediatras, el cual constituye una red nacional de este tipo de especialistas, y, estas corporaciones juntas suman un aproximado de 3.000 médicos y operadores sanitarios.
Ryan Bangert, abogado principal de Alliance Defending Freedom, declaró: «Obligar a los médicos a recetar hormonas de transición a los niños de 13 años o realizar cirugías que alteran la vida de los adolescentes es ilegal, poco ético y peligroso».
La demanda también sostiene que, según el mandato, «los médicos ahora enfrentan una opción insostenible: o actuar en contra de su juicio médico y convicciones profundamente arraigadas mediante la realización de intervenciones de transición de género controvertidas y, a menudo, médicamente peligrosas, o sucumbir a enormes sanciones financieras, perder la participación en Medicaid y otros fondos federales y, en la práctica, perder la capacidad de ejercer la medicina en prácticamente cualquier entorno».
El anuncio del HHS constituye una interpretación de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (Affordable Care Act), la cual prohíbe la discriminación sexual en la atención médica.
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