El P. Custodio Ballester ha escrito recientemente una carta a la fiscal María Teresa Verdugo a cuenta de “Musulmanes contra la Islamofobia”, que le acusa injustamente a él, a otro sacerdote y a un periodista de delito de odio por unas declaraciones sobre la violencia del islam. El Padre quiere hacer ver a la fiscal que la organización acusadora defiende con descaro el yihadismo talibán y la sharia, conjunto de normas extraídas del Corán que van desde la lapidación de las adúlteras hasta el ahorcamiento de los homosexuales. Pueden leer la carta íntegra publicada en Alerta Digital.
En esta entrevista el propio sacerdote analiza brevemente el motivo de la misiva.
¿Por qué decidió escribir la carta a la fiscal Verdugo?
Porque fue ella la que tramitó la denuncia por delito de odio que presentó Ibrahim Miguel Ángel Pérez a través de la asociación “Musulmanes contra la islamofobia”, fundada y dirigida por él mismo. La fiscal Verdugo, que no se dignó a interrogarnos en ningún momento, pidió finalmente multa y pena de cárcel de 3 a 4 años para todos los acusados.
¿Por qué es importante ahora recalcar que sus acusadores no luchan contra la islamofobia sino que son abiertamente partidarios del régimen talibán más atroz?
Porque esa es la prueba de que “Musulmanes contra la islamofobia” es una careta que enmascara el radicalismo más rampante que ensalza las “bondades” del yihadismo talibán, y abomina del occidente que no se deja islamizar. Es la hipocresía en estado casi puro. Fustigar con la denuncia judicial a los presuntos islamófobos que somos nosotros, mientras se profesa un credo radical y fundamentalista, casi como en Pakistán.
Es bochornosa la actitud de los llamados fiscales del odio en España defendiendo a los radicales del terror frente a sacerdotes católicos.
Pues sí. Es la doble vara de medir que siempre han utilizado: penas de cárcel y multas para -según ellos- los intolerantes islamófobos y absolución o archivo de las diligencias sobre ofensas al cristianismo.
Ahí está ahora Ibrahim Pérez desde su perfil de Twitter @McIslamofobia alabando impunemente la justicia talibán y denostando el trabajo de occidente a favor de los derechos de los afganos. Mientras la Fiscalía de odio, tan celosa de los ataques contra los musulmanes, calla ante las bravatas protalibanes de “Musulmanes contra la islamofobia".
El agravio comparativo llega a ser surrealista…
Ciertamente. Armando Robles, periodista, el padre Jesús Calvo y yo mismo, estamos esperando el auto de apertura de juicio oral por presunta islamofobia, a causa de la acusación de una asociación de radicales protalibanes que, hasta ahora, actúa con total impunidad. Probablemente la Fiscalía de odio tema ser tachada también de islamófoba, si osa pedirles explicaciones.
¿Qué repercusión espera que tenga esta carta en la opinión pública?
Pues deseo que abra los ojos a la coacción ideológica que suponen los llamados “delitos de odio". Mira, el tal Ibrahim Pérez se ha mostrado públicamente partidario de la implantación de la sharia (ley islámica) como perfectamente adaptada a nuestro modo de vida. La sharia es ese conjunto de normas extraídas del Corán que van desde la lapidación de las adúlteras hasta el ahorcamiento de los homosexuales. Pues bien, parece que a la Fiscalía de odio le trae al pairo lo que pueda decir y defender Ibrahim Pérez, pues parece que la libertad de expresión no existe más que para él.
Hasta el mismo Santiago Abascal ha tenido que salir a la palestra a explicar quienes son realmente musulmanes contra la islamofobia…..
Y eso le honra. Ha dicho exactamente: “No son musulmanes contra la islamofobia, son el caballo de Troya del yihadismo en España. No podemos combatir el fundamentalismo islámico sin denunciar a quienes blanquean y justifican la barbarie talibán impunemente desde nuestra patria". Esos mismos “Musulmanes contra la islamofobia” son los que denuncian y quieren llevar a la cárcel a los denostadores del islam. Mientras Ibrahim Pérez se ha mostrado públicamente defensor de la sharia para España “como perfectamente adaptable a nuestro modo de vida", la fiscalía de odio duerme el sueño de los justos.
El mismo Ibrahim Pérez, que acusa de islamofobia a dos sacerdotes católicos y al director de Alerta Digital, todavía ahora, con total impunidad, habla y perora y se siente inmensamente fuerte desde sus redes sociales y con sus denuncias, pues sabe que nadie lo tocará a él ya que, con la inapreciable ayuda de la Fiscalía, el latiguillo de la islamofobia que tan infaliblemente exhibe, zaherirá sin compasión a los que osen enfrentársele.
Por Javier Navascués
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