(CNA/InfoCatólica) Los obispos del estado mexicano de Hidalgo exhortaron el martes el respeto a la vida desde la concepción, luego de que la legislatura estatal despenalizara el aborto electivo hasta por 12 semanas.
«El aborto es en sí mismo un acto maligno, aunque algunos tratan de pasarlo por bueno», se lee en una declaración firmada el 10 de agosto por el arzobispo Domingo Díaz Martínez de Tulancingo y sus sufragáneos, el obispo José Hiraís Acosta Beltrán de Huejutla y el obispo Juan Pedro Juárez Meléndez de Tula.
Advirtieron que quien practica o procura un aborto «será responsable ante Dios» y que «quien busca el mal, tarde o temprano encontrará el mal en su vida».
La legislatura unicameral de Hidalgo despenalizó el aborto electivo hasta las 12 semanas de embarazo el 30 de junio, y casi todos los miembros de Morena votaron a favor. De los 30 representantes en la legislatura estatal, 17 son de Morena.
Los líderes provida han criticado la aprobación de la ley del aborto, citando irregularidades en el proceso legislativo.
El 9 de julio se presentó una denuncia formal ante la Fiscalía Especial de Delitos de Corrupción del estado de Hidalgo contra los legisladores que votaron a favor de la legalización del aborto.
Además de Hidalgo, tres entidades federativas mexicanas han legalizado el aborto electivo hasta 12 semanas: Ciudad de México, Oaxaca y Veracruz.
Los obispos afirmaron que «la gravedad moral involucrada» en realizar o procurar un aborto «no disminuye incluso si se intenta usar otro lenguaje para describir la misma realidad (ya que el aborto se llama eufemísticamente “interrupción del embarazo o salud reproductiva”) o incluso si alguna ley lo ha aprobado».
Al abordar el término «interrupción del embarazo», los obispos del estado enfatizaron que «cuando se interrumpe un embarazo, el nuevo ser muere en el útero de la madre», dando a entender que no es realmente una «interrupción», en sentido de que se detiene y luego continúa, sino un asesinato.
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