(InfoCatólica) En la sacristía del Convento del Real Monasterio de El Escorial se guarda una singular reliquia: La Sagrada Forma profanada por un soldado protestante en el siglo XVI.
La «Sagrada Forma», que se conserva intacta hasta nuestros días, se venera en la sacristía del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. En el año 1572 fue profanada en Gorkum (Holanda) por algunos seguidores de Zwinglio (los llamados «Guex de la Mer»), pagados por el príncipe de Orange. Estos invadieron la ciudad, la saquearon y finalmente entraron en la Catedral. Golpearon con mazas de hierro el tabernáculo, extrajeron la Custodia con el Santísimo Sacramento y arrebatando la Hostia la tiraron al suelo. Uno de los profanadores la pisó dejándole tres orificios porque la suela de las botas estaba provista de clavos. En ese mismo momento, salió Sangre viva de los orificios, que luego se transformaron en tres pequeñas heridas circulares. Hasta el día de hoy es posible contemplar esta Hostia milagrosa.
Otro de los profanadores, sintiendo a la vez gran arrepentimiento y maravilla, advirtió al canónigo Jean van der Delft, quien logró recuperar la Hostia y ponerla a salvo. La Reliquia, luego de algunas vicisitudes, fue donada en 1594 al rey Felipe II de España. Desde entonces, la Hostia está custodiada en el monasterio de San Lorenzo, en El Escorial. Representando el Prodigio, se encuentran en la parte superior del altar que conserva la Hostia Milagrosa, cuatro bajorrelieves del artista Filippo Filippini, hechos en mármol y bronce. También se puede apreciar el cuadro de Claudio Coello (1621 – 1693) con la inauguración del magnífico tabernáculo destinado a la preciosa Reliquia y realizado por voluntad del rey Carlos II.
En memoria del Milagro, cada año, el 29 de septiembre y el 28 de octubre, la «Sagrada Forma» es llevada en solemne procesión en El Escorial.
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