(ACIPrensa/InfoCatólica) En 1987, la mañana del 3 de diciembre, fue asesinado el primer sacerdote católico a manos del grupo terrorista Sendero Luminoso en Perú, en el departamento de Ayacucho. Esta víctima fue el padre Víctor Acuña Cárdenas, quien se encontraba celebrando la santa misa en el Mercado de Magdalena en Huamanga. Los asesinos irrumpieron en el templo y le dispararon directamente, causándole la muerte.
Hace un tiempo, Julio César Acuña Prado, sobrino del sacerdote de 52 años, contó un poco acerca de cómo fue el suceso: «Cayó inconsciente al piso y me parece que habló unas cuantas palabras porque los señores, las personas que estaban alrededor lo escucharon. Nos quedamos sorprendidos por las palabras que había vertido porque lo que dijo fue “Dios mío perdónalos, no saben lo que hacen”, que son casi palabras de Cristo».
Acuña aclaró que su tío era «director de Cáritas, tenía a su cargo la donación o entrega de alimentos para la gente de menos recursos. Incluso fue el forjador de los clubes de madres de diferentes localidades. Aparte combinaba eso con su labor pastoral».
Aparte de ser director de Cáritas en Ayacucho, Acuña Prado se encargaba de dirigir un comedor de niños y era capellán de la Guardia Civil. Los terroristas, previamente al crimen, tenían cierto tiempo acusándolo de negociar con alimentos donados y enviándole amenazas.
El padre Acuña Cárdenas actualmente se encuentra enterrado junto a la capilla del cementerio en Huamanga, en el mausoleo de la familia.
«La violencia afectó el trabajo de la Iglesia de diversas formas. Tras el atentado contra el convento de las Carmelitas en 1981, el PCP-SL (Partido Comunista del Perú-Sendero Luminosos) consideraba que no era aún el momento de atacarla directamente; pero en las zonas que controlaba, rechazaba el trabajo de la Iglesia, como la catequesis y confesión, prohibía a la población recibir ayuda alimentaria y rechazaba a los agentes pastorales extranjeros», señala el libro «Las organizaciones sociales durante el proceso de violencia» del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
De los culpables de la muerte del p. Acuña, la policía logro capturar a 4 de ellos: Cledy Marleni Quispe Artica, Jhonny Robles Llactahuaman, Alejandro Canecillas Quispe y Cecilio Hinostroza Canchari.
Sin embargo, Sendero Luminoso continuó asesinando a miles de ciudadanos del Perú y miembros de la Iglesia. Se sabe que, Sendero Luminoso asesinó aproximadamente a unas 30 mil personas.
El pasado 11 de septiembre del año en curso, se confirmó la muerte del cabecilla de este grupo terrorista, Abimael Guzmán, «debido a complicaciones en su estado de salud» en el Centro de Reclusión de Máxima Seguridad de la Base Naval del Callao, donde cumplía su cadena perpetua desde 1992.
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