(InfoCatólica) La Junta de Andalucía, ante la buena evolución de los datos relativos a los contagios de coronavirus en la región, ha decidido flexibilizar las medidas restrictivas. Una situación que ha posibilitado el aumento de aforos en las iglesias hasta alcanzar el 100% y el regreso de las procesiones a las calles.
Esto abría una ventana a la esperanza para los devotos de la Virgen de las Angustias en Granada, ya que el último domingo de septiembre es cuando tiene lugar la multitudinaria procesión en honor a la patrona. La hermandad de las Angustias se mostraba «abierta a cualquier escenario» tras conocer las nuevas medidas del Gobierno andaluz.
Sin embargo, la ventana ha sido cerrada a cal y canto. La respuesta por parte del Arzobispado de Granada ha sido bastante clara al respecto: este año, al igual que en 2020, no habrá procesión de la Virgen de las Angustias. Es decir, es el propio pastor de los fieles quienes roba a los mismos la alegria de poder procesionar a su patrona.
Argumentos lamentables
Como informa El Ideal los argumentos del arzobispo rozan el esperpento. Ha dicho que «aunque los aforos en sitios cerrados estén abiertos al 100%, no significa que la calle sea controlable. La iglesia no puede controlar que haya tanta gente en la calle y exigir a las autoridades civiles que controlen a 150.000 o 200.000 personas que podría haber en la calle es pedirles un trabajo imposible».
Lo cierto es que las autoridades están acostumbradas a lidiar con eventos públicos masificados. Entre otras razones porque es su trabajo, y no el del arzobispo. De hecho, los estadios de fútbol van aumentando su capacidad cada vez más y es previsible que en breve se admita el aforo completo.
El prelado demuestra no tener mucha idea de cómo funciona las cosas en relación a la transmisión del virus, pues dice que «la apertura del aforo hace que en las iglesias se pueda celebrar con plenitud las fiestas de las imágenes titulares pero en las grandes procesiones no podríamos controlar la situación» y añade que pese a la mejoría de las cifras de contagios, todavía «tenemos que ser prudentes porque la salud de la gente es la prioridad en este momento».
Lo cierto es que hay muchas más posibilidades de contagiarse en un lugar cerrado que en la vía pública. E incluso si se quiisera ir más lejos de lo que recomiendan las autoridades sanintarias, bastaría con pedir a los fieles que llevaran mascarilla durante la procesión para disminuir radicalmente cualquier riesgo de contagio.
De hecho, el arzobispo de Granada se convierte en el único de toda Andalucía en reiterar la prohibición de hacer procesiones en la vía pública.
En las otras diócesis se aplicarán las medidas de la Junta de Andalucía (por ejemplo Sevilla, Córdoba, Málaga, Cádiz, Almería ….)
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