(InfoCatólica) Mons. Stefan Heße presentó su renuncia al Papa una vez se conoció el informe de un bufete de abogados sobre el tratamiento de los casos de abusos en la archidiócesis de Colonia, de la cual había sido vicaro general. Dicho informe, encargado por la propia Iglesia en Alemania, reveló que el actual arzobispo de Hamburgo había gestionado mal once casos de sacerdotes abusadores. Sin embargo, Francisco decidió no aceptar su renuncia, como tampoco lo hizo en su día con el cardenal Reinhard Marx por una situación similar.
Tal actitud del Papa, que no duda en aceptar la renuncia de otros obispos en otras partes del mundo por hechos similares, ha causado un profundo malestar en diversos sectores de la Iglesia en Alemania, y muy especialmente entre las asociaciones de víctimas.
Mons. Bätzing ha sido el encargado de lidiar con la indignación, mostrando su comprensión hacia quienes no entienden lo que está ocurriendo. En su discurso ante la plenaria del episcopado alemán, alegó que después de la Cumbre de Abuso del Vaticano en febrero de 2019, se describieron criterios precisos sobre cuándo un obispo pierde su cargo. En el caso Heße, el Papa llegó a la conclusión de que «no hay un encubrimiento activo y deliberado», dijo Bätzing. Algo con lo que, evidentemente, no están de acuerdo las víctimas.
En cuanto a la situación en Colonia, Mons. Bätzing dijo que aún no estaba disponible la evaluación de la situación allí, que saldrá del informe de la visita apostólica que tuvo lugar en junio. «Pero espero que esto no lleve mucho más tiempo», añadió.
«Seguir como hasta ahora ya no es una opción».
Según Bätzing, no son las ofertas de dimisión como las de Heße o el cardenal de Múnich Reinhard Marx las que deben ser la ocasión para el cambio. «Un simple 'sigue así' siendo obispo ya no es posible». El cargo ya no puede entenderse de la misma manera que antes, dijo. En concreto, el presidente de DBK abogó por una mayor participación de los laicos en los procesos de toma de decisiones de la diócesis.
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