(CEE/InfoCatólica) El primero en tomar la palabra ha sido el arzobispo de Sevilla, Mons. José Ángel Saiz Meneses para ofrecer «mi acogida fraterna» y manifestar «el mejor deseo de un desarrollo feliz de esta Semana Social».
«Estas jornadas -ha puntualizado- llevan a cabo una valiosa aportación al discernimiento del espacio y el tiempo de la Iglesia, de su iluminación del momento presente y de su contribución, desde la reflexión y la práctica, al bien común de la sociedad. Para ello, cuentan con expertos de los ámbitos de la política, así como de la economía y de la solidaridad, que realizan sus aportaciones a la luz del humanismo cristiano».
El prelado, después de realizar un breve apunte sobre la historia de la ciudad de Sevilla, que ya ha sido sede de la Semana Social en 1908, 1965 y 1978, ha terminado sus palabras destacando que, el tema elegido «no puede ser de mayor actualidad y urgencia». Pues como nos recuerda el papa Francisco, «es preciso generar un nuevo humanismo que canalice la irrupción de la fraternidad para terminar con la globalización de la indiferencia y la hiperinflación del individuo (cf. Soñemos juntos, p. 48). No podremos llevar a cabo esa tarea con trucos de maquillaje que tapan la realidad, o aplicando remedios superficiales. Se trata de llegar a la raíz de los problemas y aplicar los remedios pertinentes, para poder regenerar en el individuo y en la comunidad los valores morales y sociales que se consideran perdidos o han quedado disminuidos. Una tarea profunda y compleja que requiere la aportación de todos los agentes e instancias de la sociedad».
Saludo de bienvenida del teniente del alcalde, Juan Carlos Cabrera
Seguidamente ha mandado un saludo de bienvenida, en nombre del alcalde de Sevilla, Juan Espadas Cejas, el teniente de alcalde Juan Carlos Cabrera Valera, quien ha destacado el valor de estas Jornadas para trabajar por el bien común de la sociedad. En su intervención ha trasladado el mensaje de bienvenida y cercanía del alcalde de Sevilla. En su intervención ha remarcado que «Es importante que se celebren estas semanas sociales porque el humanismo cristiano tiene que estar presente no sólo cuando hacemos profesión de fe sino también porque los valores sociales del cristianismo tienen que estar presente en la sociedad». Además ha pedido al nuncio del Papa que traslade al Santo Padre el cariño de la ciudad de Sevilla, ciudad mariana acogida a la protección de María
Palabras del Nuncio, Mons. Bernardito Auza
Seguidamente tenía lugar la intervención del Nuncio apostólico en España, Mons. Bernardito Auza, que antes de dar lectura al Mensaje del Santo Padre, ha dirigido unas palabras a los participantes en esta Semana Social y ha mostrado su cercanía con la Iglesia hispalense, «como filipino y católico, siento un lazo umbilical con esta ciudad».
Respecto al tema del encuentro, Mons. Auza ha destacado «que los discípulos de Cristo tienen por vocación la participación activa en la vida pública, porque es parte integrante de su propia fe servir el bien común. La Iglesia católica tiene un rico tesoro en su Doctrinal Social, que nos insta a poner en práctica nuestra fe con gestos concretos en todos los ámbitos de la vida pública. Tanto como individuos y como sociedad, nuestra fe no nos deja indiferentes, puesto que la respuesta a la falta de bien común, y la solución a situaciones de pobreza, de injusticia y de explotación no es sólo la denuncia sino, sobre todo, la promoción activa del bien.
También ha señalado que el papa Francisco no se cansa de recordarnos como el caminar juntos o una Iglesia en salida «son expresiones de nuestra vocación a contribuir incesantemente, enriquecer generosamente, y regenerar constantemente la vida pública a favor del bien común». Y ha recalcado que son principios fundamentales la solidaridad, la participación y la responsabilidad compartida.
«El bien -puntualizaba- no puede ser ni público ni común si no sirve a toda la sociedad, si no sirve a la persona humana, que es la cumbre de la creación y el centro del orden social, económico y político. En efecto, la solidaridad «constituye uno de los principios básicos de la concepción cristiana de la organización social y política» (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, n.580)».
El Nuncio apostólico reconoce que «la regeneración de la vida pública» es una tarea difícil, pero necesaria. Una tarea que «la Iglesia nos confía desde siempre, pero en particular en nuestro tiempo, en el cual las incertidumbres y la precariedad marcan la existencia de tantas personas y comunidades, agravadas últimamente por la pandemia, interpelándonos más que nunca».
Por eso, se ha congratulado de que la Conferencia Episcopal Española marqué entre sus prioridades pastorales «impulsar la difusión y formación de la Doctrina Social de la Iglesia para concienciar en la dimensión social de la fe y la caridad política» y ha agradecido, en nombre del Santo Padre, «haber escogido este tema como eje central de vuestras reflexiones».
Mensaje del Papa a los participantes en la Semana Social
Seguidamente, el Nuncio apostólico ha leído el mensaje que, en nombre del Santo Padre, ha dirigido el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, al obispo consiliario de Semanas Sociales, Mons. Abilio Martínez Varea.
Un mensaje en el que el papa Francisco «anima a reflexionar sobre procesos sociales que generen fraternidad y justicia para todos» para avanzar «hacia un orden social y político cuya alma sea la búsqueda del bien común».
«Es ésta -resume el cardenal Parolin- la auténtica regeneración de la política y la vida pública, responder a su más alta vocación, la de ser una de las formas más preciosas de la caridad»
Palabras de Jesús Avezuela, presidente de Semanas Sociales
El acto inaugural se ha cerrado con las palabras del presidente de Semanas Sociales, Jesús Avezuela, para agradecer, en primer lugar, al alcalde y al arzobispo de Sevilla, la cesión de «este privilegiado espacio del Real Alcázar de Sevilla en el que podemos celebrar este solemne acto».
Jesús Avezuela ha vuelto brevemente a los inicios de las Semanas Sociales que, desde Francia, llegaron a España en 1906, «en un momento en el que se vivía un especial desencanto y decepción», que guarda cierto paralelismo con el momento actual «con una absoluta transformación social y del trabajo derivada de los procesos de tecnologización y donde, además, se pueden percibir sentimientos de desencanto o desconfianza social hacia lo político o, incluso, institucional».
En este contexto, Semanas Sociales de nuevo se ofrece a ser ese espacio de encuentro «para diagnosticar y tratar algunos de los problemas de nuestra sociedad, con el fin de seguir progresando y construyendo para las generaciones venideras«. Y «un lugar privilegiado donde poder reflexionar acerca del papel de los católicos y de lo que podemos aportar -como individuos y como Iglesia- a la vida pública, entendida en un sentido amplio«.
El presidente Semanas Sociales ha valorado la riqueza del trabajo previo que desde el mes de septiembre se ha desarrollado en varias diócesis españolas y que ha permitido que se generen «debates con una especial altura de miras y con una visión global de muchos aspectos». La situación actual, marcada por el impacto de la pandemia, es el momento oportuno para «renovar estas iniciativas de encuentro y diálogo social y cultural, poniendo en común los distintos enfoques y aportaciones de los foros de deliberación elaboradas por los grupos de trabajo integrados por expertos en temas políticos, económicos y socioculturales de las diócesis que, de manera común, han subrayado la necesidad de mirar sin distracciones al bien común».
En definitiva, ha concluido, «la regeneración de la vida pública requiere una especial orientación al bien común. Y en este punto, es importante la implicación de los católicos, desde la pluralidad y diversidad, en la esfera pública desde el diálogo y no, simplemente, ocupando espacios de poder e influencia, así como de repensar el papel de las religiones, en especial de la Iglesia católica».
Ponencia inaugural del secretario general, Mons. Luis Argüello
Seguidamente el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, ha pronunciado la ponencia inaugural. En su intervención señala cómo la caridad política vertebra el eje de la relación entre el cristiano y la sociedad en la que vive. Por eso, la respuesta a la pregunta sobre cómo regenerar la vida pública.
El momento histórico que hay que iluminar la caridad política y por tanto la acción personal y comunitaria en ambientes e instituciones, para vivir el coloquio entre razón y fe, Iglesia y sociedad, historia y reino de Dios. Estamos en un verdadero cambio de época. Ese cambio de época se hace visible en la significación de la vida humana en este momento. «Hay un planteamiento hoy de lo humano que está en cuestión».
Avance del programa del viernes y sábado
En el acto han estado presentes miembros de la Junta Nacional de Semanas Sociales, como el obispo consiliario, Mons. Abilio Martínez Varea; y el secretario, Fernando Fuentes Alcántara, director del secretariado de la Comisión Episcopal para la Pastoral social y Promoción humana, de la que forman parte las Semanas Sociales. También han asistido 150 invitados que llenaban el aforo del lugar.
La Facultad de Teología San Isidoro será la sede de los trabajos de mañana, viernes 26 de noviembre, reservados a los portavoces de los grupos de trabajos diocesanos. Les dará la bienvenida el decano de esta Facultad, Manuel Palma Ramírez.
Para el sábado se han programado dos mesas redondas: «Una mirada desde la política» y «Una mirada desde la empresa y el sector social»; además de la presentación de las conclusiones y el acto de clausura, que dará comienzo a las 13.00 horas.
Vídeo de la sesión inaugural. Empieza a partir del minuto 16
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