(InfoCatólica) Desde hace más de una década se pueden leer todas las semanas los artículos de opinión del sacerdote Pedro Trevijano, en Religión en Libertad y en InfoCatólica.
El periodo de convalecencia de las últimas semanas está pronto a terminar. Unas fracturas consiguieron, aunque sean unos días, lo que han intentado infructuosamente poderosos lobbies, que dejase de enseñar, que dejase de explicar, que dejase de comentar a la luz de la fe y la moral los acontecimientos de la actualidad.
Por ese motivo es merecedor de la cuarta edición de los premios Religión en Libertad, que este año se entregarán el 25 de noviembre a las 19:00 en el Auditorio de la Universidad CEU San Pablo de Madrid (calle Julián Romea, 23)
Según motiva Religión en Libertad
Es un reconocimiento a su fidelidad a los lectores y a esa perseverancia apostólica con la que se pone cada día ante el ordenador, y que él entiende como parte de sus deberes sacerdotales: «¿Para qué estamos los sacerdotes, si no estamos para eso? Además de decir misa y confesar, es nuestra misión evangelizar y orientar a los fieles», nos explica.
Trevijano suma créditos más que sobrados para esa labor iluminadora. Es doctor en Teología Moral por la Academia Pontificia Alfonsiana, título al que añade dos licenciaturas civiles (Derecho en Valladolid y Filosofía en Comillas) y dos eclesiásticas (Derecho Canónico y Teología, ambas en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma). Pasó nueve años en Roma completando todos esos estudios, lo que le hace también un buen conocedor del funcionamiento del Vaticano.
Formación intelectual acompañada por una intensa labor sacerdotal.
Ideología de género: una batalla necesaria
Pedro Trevijano se ha convertido en los últimos años en un perspicaz analista y denunciante de la «ideología de género», de su génesis y de su impacto en la sociedad.
Es autor de Relativismo e ideología de género, un libro que resume su constante magisterio de años sobre la ideología de género. Él fue uno de los pioneros en darle la batalla, alertando de sus peligros cuando no era tan fácil verlos.
«Cuando leí el libro de Jesús Trillo-Figueroa La ideología de género, que fue una avanzada, me di cuenta de que todo aquello que ya estaba orientando la universidades iba a transformarse pronto en mucho 'tomate' en la vida diaria», explica cuando le preguntamos por qué se ha focalizado tanto en este tema.
No ha dudado en calificar como «diabólica» esa ideología: «Un sacerdote me preguntó una vez quién opinaba en la Iglesia lo mismo que yo. Le dije que tres personas: un tal Francisco, un tal Benedicto XVI y un tal Juan Pablo II. Los tres tienen textos en los que condenan la ideología de género».
Trevijano está seguro de la derrota de ese enemigo que terminará devorándose a sí mismo, como ya puede apreciarse en el deporte, como declaraba a ReL:
«Es muy sencillo. El récord mundial de salto de altura femenino está en 2,09, el masculino en 2,45. Un hombre que salte 2,10, que no tendría nada que hacer en la competición masculina, puede ser medalla de oro en la femenina presentándose como mujer».
«Pero no es solo el deporte», añade Treviijano: «Hace pocos años, al senador australiano Barry O'Sullivan, que hablaba contra el aborto, una adversaria le dijo que debía callarse para hablar del aborto siendo hombre. 'En este país puedo escoger mi sexo. Por tanto, decido ser mujer y así ya no podrás atacarme', le contestó».
«Es el sentido común el que acabará cargándose la ideología de género», sentencia.
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