Dios hace las cosas como quiere. Un sacerdote de Granada nos ofreció una preciosa imagen de una Virgen de los Dolores por si nos parecía oportuno acogerla y darle culto. Tras una interesante restauración, y ya vestida con lo clásico de una dolorosa, lleva recibiendo culto en la parroquia desde hace algo más de un año. Fueron los propios feligreses los que propusieron la posibilidad de sacar a la Virgen en procesión en torno a la semana santa.
Barajando el cómo y el cuándo, y habida cuenta de que la semana santa madrileña está cuajada de acontecimiento, y que nuestro barrio queda bajo mínimos, el consejo parroquial decidió que la procesión tuviese lugar en el tradicionalmente llamado “viernes de dolores”, que antecede, como sabemos, al domingo de ramos.
Nos parece que la procesión tiene sentido como forma de conquistar feligreses, porque un servidor cree, y en la parroquia creemos, que todo lo que sirva para tirar del hilito que atraiga a una sola persona a la parroquia, ya merece la pena. Pero es que, además, en estos tiempos recios, se hace necesario el mostrarnos en la calle como creyentes, y reivindicar un espacio que también como católicos nos pertenece.
El caso es que me parece que este año la primera procesión que saldrá a las calles de Madrid en el entorno de la semana santa será la de la Santísima Virgen de los Dolores de la parroquia de la Beata María Ana Mogas, que tendrá lugar el viernes de dolores, 18 de marzo, a las 20 h.
Invitados todos.
De momento estamos preparando cosas: cruz alzada, ciriales, velas, gente. Parece que tendremos música que nos acompañe y confiamos, sobre todo, que nos acompañen la oración y la devoción a María en este momento.
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