Si escuchamos la voz de Jesús y lo seguimos, no nos equivocaremos de camino. Fue el núcleo de la homilía del Papa Francisco durante la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta ayer, 18 de abril, según relata María Fernanda Bernasconi en Radio Vaticana. El Pontífice subrayó que el Señor, el Buen Pastor, es la única puerta que nos puede hacer entrar en el recinto de la vida eterna. De ahí su admonición a no fiarse de supuestos videntes y cartomantes que nos llevan por un camino equivocado.
La puerta, el camino y la voz. Partiendo del Evangelio del día, el Pontífice se refirió al pasaje del Buen Pastor, para detenerse en tres realidades determinantes para la vida del cristiano. Y observó, ante todo, la advertencia de Jesús: “El que no entra en el recinto de las ovejas por la puerta”, sino que lo hace por otra parte, “es un ladrón y un bandido”. Porque Él es la puerta, y “no hay otra”.
Tomar decisiones en nombre de Jesús
“Jesús –destacó el Obispo de Roma– siempre hablaba a la gente con imágenes sencillas: toda aquella gente sabía cómo era la vida de un pastor”. Y aprendieron que “sólo se entra por la puerta del recinto de las ovejas”. Los que quieren entrar por otra parte, por la ventana o por otra parte, en cambio, son delincuentes.
“De manera tan clara habla el Señor. No se puede entrar en la vida eterna por otra parte que no sea la puerta, es decir, que no sea Jesús. Es la puerta de nuestra vida y no sólo de la vida eterna, sino también de nuestra vida cotidiana. Esta decisión, por ejemplo, ¿yo la tomo en nombre de Jesús, por la puerta de Jesús, o la tomo un poco –digámoslo con un lenguaje sencillo– la tomo de contrabando? ¡Sólo se entra en el recinto por la puerta, que es Jesús!”.Seguir a Jesús, no a los cartomantes y videntes
Por tanto Jesús –prosiguió explicando el Pontífice– habla del camino. El pastor conoce a sus ovejas y las conduce afuera: “Camina delante de ellas y las ovejas lo siguen”. El camino es precisamente esto – dijo también el Papa Bergoglio – “seguir a Jesús” en el “camino de la vida, de la vida de todos los días”. Y añadió que no es posible equivocarse, porque “Él va por delante y nos indica el camino”.
“¡Quien siegue a Jesús no se equivoca! ‘Eh, padre, sí, pero las cosas son difíciles… Tantas veces yo no veo claro qué cosa hacer… Me dijeron que allá había una vidente y fui allá, o allí; fui a lo del cartomántico, que me tiró las cartas…’. ¡Si tú haces esto, no sigues a Jesús! Sigues a otro que te da otro camino, diverso. Él delante indica el camino. No hay otro que pueda indicar el camino. Jesús nos ha avisado: ‘Vendrán otros que dirán: el camino del Mesías es esto, esto… ¡No lo escuchen! No los escuchen a ellos. ¡El camino soy Yo!’. Jesús es la puerta y también el camino. Si lo seguimos a Él no nos equivocaremos”.
Escuchar su voz en las Bienaventuranzas
Francisco se detuvo por último en la voz del Buen Pastor. Y señaló que “las ovejas lo siguen porque conocen su voz”. A la vez que se preguntó ¿cómo podemos conocer la voz de Jesús, e incluso defendernos “de la voz de aquellos que no son Jesús, que entran por la ventana, que son delincuentes, que destruyen, que engañan?”.
“Yo te daré la receta, sencilla. Tú encontrarás la voz de Jesús en las Bienaventuranzas. El que te enseñe un camino contrario a las Bienaventuranzas, es uno que ha entrado por la ventana: ¡no es Jesús! Segundo: ¿Tú conoces la voz de Jesús? Tú puedes conocerla cuando nos habla de las obras de misericordia. Por ejemplo, en el capítulo 25 de San Mateo: ‘Si alguien te dice aquello que Jesús dice allí, es la voz de Jesús’. Y tercero: Tú puedes conocer la voz de Jesús cuando te enseña a decir ‘Padre’, es decir, cuando te enseña a rezar el Padrenuestro”.
“Es tan fácil la vida cristiana… –comentó el Santo Padre al concluir– Jesús es la puerta; Él nos guía en el camino y nosotros conocemos su voz en las Bienaventuranzas, en las obras de misericordia y cuando nos enseña a decir ‘Padre’”. “Acuérdense –terminó diciendo el Papa– la puerta, el camino y la voz. Que el Señor nos haga entender esta imagen de Jesús, este icono: el pastor, que es puerta, indica el camino y nos enseña a nosotros a escuchar su voz”.
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