(NuevaExtremadura) «Es una batalla de la política formal que no de la política regional», ha señalado el también escritor en la Cadena Cope de Extremadura y ha añadido que esta decisión «no vale para nada ni saca a nadie de pobre, ni soluciona ningún problema; lo único que va a hacer es que quién quiera tener una educación religiosa voluntaria va a perder esa posibilidad». Eso conlleva, ha destacado el sacerdote, la «posibilidad de interpretar la rica historia de nuestra cultura, nuestro calendario y nuestras raíces culturales».
Como reflexión general, Jesús Sánchez Adalid ha tildado de «tontería la decisión de este gobierno, con la de cosas que hay que hacer y la de problemas que tenemos, que se dedique ahora (por la Junta) a quitarle el puesto a 180 profesores de Religión. Yo creo que por ese camino van mal».
Adalid ha señalado que si quieren hacer una política de izquierdas «que realmente hagan una política de izquierdas verdadera, pero esto ni quita ni pone nada al Estado aconfesional porque es una enseñanza voluntaria. Nadie puede negar hoy que las clases de Religión no son una catequesis, las clases de Religión son Cultura, la pura cultura en la que nosotros hemos crecido, y la Catequesis es otra cosa».
Además, el sacerdote extremeño señaló que «el otro día oí a la portavoz de la Junta decir que si yo tengo que poner a rezar a mi hija, la ponga a rezar en mi casa. ¿Pero qué estás diciendo? ¿Todavía no te has enterado de que eso es una cosa completamente aparte de lo que es la enseñanza religiosa», advirtió. En este sentido, explicó que en las clases de Religión «se aprende algo de la Historia Sagrada, quién es Jesucristo, por qué se celebra la Navidad… Todo este tipo de cosas que pertenecen a nosotros y que si no se enseñan unida a otra formación humanística vas a perder la oportunidad de aprenderlo y que quizás ninguna otra vez en tu vida lo vas a poder encontrar».
Por lo tanto, finalizó, «no estoy en absoluto de acuerdo (con la decisión de la Junta) y además pienso en esos profesores que conozco, que están muy informados, que además la semana pasada les di unas charlas en el Centro de Profesores de Mérida, por lo cual los conozco muy bien, y creo que por ahí vamos muy desencaminados. Esa es una batalla vieja que hace mucho tiempo que debía de estar superada, y teniendo en cuenta sobre todo que un alto por ciento importantísimo, más del 70% de los padres, escoge la enseñanza de Religión, ¿qué sentido tiene montar esta guerra ahora?».
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