El ministro del Interior ordena su repatriación a Irak
El gobierno checo suspende un programa de acogida de cristianos iraquíes por intentar cruzar a Alemania
El gobierno checo ha suspendido un programa de acogida «seleccionada» reservado para los refugiados iraquíes cristianos obligados a abandonar sus hogares en la Llanura de Nínive que está bajo el control de los yihadistas del Estado Islámico (Daesh). La disposición del gobierno ha sido tomada en respuesta al intento de 25 refugiados cristianos de trasladarse sin permiso a Alemania.
(Fides) Los cristianos solicitaron asilo alegando querer reunirse con parientes que ya viven en ciudades alemanas. La iniciativa no autorizada, no le ha gustado nada al Ministro del Interior de la República Checa, Milan Chovanec, que a través de twitter ha informado que ha pedido a la policía «utilizar todos los medios legales para garantizar que estas personas, que han abusado de la buena voluntad de la República Checa y de sus ciudadanos, sean enviados de regreso a Iraq».
El programa de acogida selectiva en favor de 153 cristianos iraquíes había sido organizado por la ONG Generace 21, y presentado como modelo de una recepción ordenada y «segura» en países europeos de los refugiados provenientes da áreas de crisis de África y de Oriente Medio Los refugiados que participan en el programa han sido seleccionados entre los refugiados cristianos que huyeron de Iraq a Líbano. Desde inicio del año, 89 de ellos ya habían llegado en pequeños grupos a la República Checa.
Nostalgia y falta de adaptación
Este programa, dirigido específicamente a los refugiados cristianos, representaba una prueba implícita en sintonía con las corrientes de pensamiento - especialmente activa en algunos países de Europa del Este - que considera a los refugiados cristianos como más «idóneos» para ser recibidos en Europa, en comparación con sus compatriotas musulmanes. Pero de los 89 cristianos que llegaron a la República Checa, en los últimos días, 8 de ellos han pedido y obtenido regresar a Iraq, afirmando que sienten nostalgia de su tierra natal y se encuentran incómodos en un contexto cultural percibido como extraño.
El gobierno checo se encuentra entre los que se oponen a la propuesta de traslado de los refugiados entre los países europeos según un sistema de cuotas. Las encuestas muestran que más del 60 por ciento de los checos se oponen a alojar a los refugiados que huyen de las zonas de guerra.
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