El Templo Satánico, con sede en Nueva York, presentó su propuesta a los funcionarios de Oklahoma este mes de enero de 2014 después de solicitar un espacio en los terrenos del capitolio a finales del año pasado. Los satanistas expresan que su estatua “complementaría y contrastaría” con un monumento de los 10 Mandamientos colocado ante el Capitolio de la ciudad de Oklahoma en 2012.
El monumento propuesto por los satanistas representa a Baphomet, un ídolo pagano con cabeza de cabra sentado en un trono de 2,13 metros de altura, con la inscripción de un pentáculo invertido. En la versión de un artista proporcionado por el Templo Satánico, niños sonrientes observan con adoración la figura diabólica.
“La estatua servirá como un modelo que llama a la compasión y la empatía entre todas las criaturas vivientes”, ha afirmado Lucien Greaves, portavoz del Templo Satánico. “La estatua también tendrá un propósito funcional como silla en donde la gente de todas las edades se pueda sentar en el regazo de Satán para inspiración y contemplación”.
De acuerdo con su página en Indiegogo, los satanistas han recaudado más de 16.000 dólares, cerca ya de su meta establecida de 20.000 dólares para la construcción del monumento, el cual, según señala Greaves, será “un marcador histórico que conmemora a los chivos expiatorios, los marginados, la minoría demonizada y los que han sido expulsados injustamente”.
El Templo de Satán es más un cuerpo religioso organizado en torno a rituales y reuniones regulares que una banda ambulante de provocadores políticos, de acuerdo con Greaves. Ellos creen que Satán es un “constructo literario”, dijo el portavoz, no es un ser real con cuernos y pezuñas.
La estatua propuesta incluye citas de los poetas Lord Byron y William Blake. “Las prisiones se construyen con las piedras de la Ley, los burdeles se construyen con las piedras de la Religión”, se lee en la cita de Blake. Este poeta del siglo XVIII era cristiano, si bien con una inclinación mística y de poco uso para la moral tradicional.
La figura principal de la estatua, Baphomet, ha sido asociada desde hace mucho con Satán, dijo Greaves. Durante el Siglo XII, los caballeros Templarios fueron acusados de rendir culto a Baphomet en sus rituales secretos. “A partir de la mitología creada por estas acusaciones en contra de los templarios, ahora tenemos como símbolo para Satán una bestia con cabeza de cabra”, dijo Greaves.
Desde la década de los 60, el símbolo oficial de la Iglesia de Satán ha sido una variación de la cabeza con cuernos de cabra; esta secta no está afiliada al Templo de Satán. El director de la Iglesia de Satán ha dicho a CNN que él no aprueba la idea de una estatua satánica en lugares públicos.
El representante del estado de Oklahoma, Paul Wesselhoft, dijo a CNN que no cree que la estatua de los satanistas sea aprobada. “Lo que los descalificará no tiene en realidad nada que ver con Satán como tal; se trata de que no tiene un significado histórico para el estado de Oklahoma”, dijo Wesselhoft.
Trait Thompson, presidente del Comité de Conservación del Capitolio de Oklahoma, dijo que no ha recibido aún el diseño propuesto por los satanistas. También dijo que no se tomarán en cuenta solicitudes hasta que se haya resuelto una demanda sobre el monumento de los 10 Mandamientos. La Unión Estadounidense de Libertades Civiles ha presentado una demanda por el monumento a los Diez Mandamientos de Oklahoma, calificándolo de un aval inconstitucional del Gobierno a la religión.
Después de que se diera a conocer la propuesta de los satanistas, el estado fue inundado con peticiones de grupos para erigir monumentos a su propia fe, entre ellos hindúes y pastafarianos, una “religión satírica” que “rinde culto” al Monstruo del Espagueti Volador.
En diciembre, los legisladores estatales dijeron a CNN que el mensaje de los satanistas no se difundiría en su Estado de la franja bíblica, en donde cerca de dos tercios de la población es cristiana. “Creo que únicamente los monumentos que reflejen los valores de Oklahoma deberían ser permitidos en terrenos del capitolio“, dijo el representante del estado, Bob Cleveland, a CNN en diciembre.
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