(Efe) En concreto, la proposición, admitida a trámite con el único voto en contra de Navarra Suma, plantea que en todos los niveles educativos la asignatura de religión y sus alternativas tengan una carga lectiva máxima correspondiente a la mínima establecida en la normativa básica estatal.
La iniciativa ha sido defendida por Marisa de Simón (I-E), quien ha considerado «absolutamente necesario acercarse al fenómeno religioso desde una perspectiva analítica, científica, para entenderlo y comprender», para precisar a continuación que «otra cosa es la fe» y aseverar que «la religión debe estar fuera del ámbito privado y por tanto fuera del horario escolar».
Además, el Estado «tiene que defender los derechos de quienes no profesan ninguna religión o profesan otras religiones», ha apuntado De Simón, quien ha comentado que, mientras la ley educativa a nivel estatal plantea una hora a la semana de religión, en Navarra son dos a la semana o dos sesiones y en el Bachillerato, donde no es obligatoria esa asignatura, en Navarra se aborda como optativa.
En el turno a favor de la admisión a trámite, Jorge Aguirre, del PSN, ha explicado que su partido no quiere que se imparta religión en las aulas porque no quiere que se evalúe esta asignatura, una postura, ha matizado, que «no tiene nada que ver con ir en contra de la religión».
Aguirre ha señalado que en su partido «nos vemos reflejados en el fondo de esta iniciativa», porque «es nuestro modelo educativo», aunque durante el trámite de la proposición tratarán de mejorarla.
La parlamentaria de Geroa Bai María Solana ha recordado que esta medida está recogida en el acuerdo programático, pero no prevé una ley foral que lo habilite. En este sentido, ha mostrado su sorpresa por que no sea el propio Departamento de Educación el que acometa los cambios necesarios o, si es necesaria una ley, el que haga un proyecto de ley «con todas las garantías».
Geroa Bai, ha dicho, también hará sus aportaciones durante la tramitación y las centrará en «habilitar y facilitar una salida digna para el profesorado de religión», que en algunos casos llevan más de treinta años trabajando en colegios públicos.
La portavoz de EH Bildu, Bakartxo Ruiz, ha aseverado que esta proposición permitirá que avanzar en la idea «no de alcanzar el laicismo en la escuela», sino de limitar la carga lectiva de la religión.
Por parte de Podemos, la parlamentaria Ainhoa Aznárez ha dicho que su partido tiene una «postura clara» de defender «una escuela laica e inclusiva», que sea «un espacio colaborativo, equitativo, socializador, que atienda a la diversidad del alumnado».
«Poca capacidad de decisión tenemos sobre el currículo escolar», ha subrayado Aznárez, quien ha reconocido que «nos encontramos con el gran muro que tenemos para suprimir la asignatura, que es la LOMCE».
En el turno en contra, Pedro González, de Navarra Suma, ha lamentado que se piense que la religión «lo que hace es adoctrinar» y, tras recordar que es una asignatura voluntaria, ha subrayado que «para miles y miles de familias navarras, Skolae es un adoctrinamiento obligatorio».
González se ha preguntado «qué tiene de malo apostar por la libertad de las familias para elegir qué tipo de formación quieren para sus hijos e hijas».
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