P. Leandro Bonnin propone superar la ambigüedad en cuestiones de ideología de género que causan confusión en los fieles

Hace unos días comencé a presentar y ofrecer el libro “La Familia ante el desafío de la ideología de género".

Doy gracias a Dios por haber podido concretar su publicación. Si bien es una obra perfectible -muy perfectible- creo que puede ser una valiosa herramienta para comprender este fenómeno, y una ayuda concreta a las familias en su función educativa.

Para quienes viven en España o en países de Latinoamérica, pueden adquirirlo en formato digital en esta direccion o en esta otra.

Para quienes vivan en rgentína o los países limítrofes, dependiendo las circunstancias, pueden intentar adquirirlo en formato físico en esta dirección.

Comparto también el texto completo de la entrevista que el portal Aciprensa me realizó días pasados, manteniendo el formato original.

1. ¿Cuántas personas y fuentes fueron consultadas para esta obra?

El libro es fruto de muchos años de lectura y reflexión. La primera vez que escuché hablar de Ideología de género fue en 1997. Yo era un adolescente que transitaba mi escuela secundaria en el Seminario de Paraná, y nos fue a visitar el Dr. Jorge Scala, quien ya entonces nos advirtió de lo que hoy estamos viviendo.

Ese proceso iniciado entonces y acrecentado en el Seminario tuvo un momento de mayor intensidad en el último año (desde octubre de 2018), ya que en Argentina comenzaron a intensificarse las políticas de género y su influjo en educación. Comenzaron a invitarme a dar charlas sobre la Ideología de género en educación. Entonces comencé a escuchar muchas conferencias de muchos autores (Gloria Naranjo, Card. Sarah, César Vidal, Alicia Rubio, Gabrelle Kuby, Agustín Laje, Fray Nelson Medina) y a hacerme con libros de diferentes autores. Quiero destacar en especial al p. Bernardo Olivera, en quien pude encontrar un abordaje integral y una visión cristiana. A esto se suman innumerables artículos y sobre todo muchas conversaciones informales con amigos, hermanos sacerdotes y familias.

2. ¿Cree que hace falta hablar más sobre la teoría de género?

Creo que muchas personas viven abrumados por las urgencias de la vida cotidiana y no logran encontrar tiempo para reflexionar sobre las cuestiones de fondo. Por eso para algunos estas temáticas se les hacen lejanas y abstractas, pero en la fase en que estamos, tocan la vida real de manera bien concreta. Por eso creo que todo adulto que quiera vivir responsablemente debe conocer esta visión y tener un sano juicio crítico, en especial los padres cristianos.

3. ¿Padre por qué cree que hay silencio de muchos miembros del clero sobre este tema? Inclusive es un tema que muchos obispos no abordan o son permisivos.

La evolución que ha tenido la teoría de género –desde el feminismo clásico hasta la teoría Queer y el feminismo post-identitario- han sido muy veloces en los últimos años. Por este motivo muchos sacerdotes no estábamos preparados y no encontrábamos el tiempo para leer, reflexionar y asumir una actitud de discernimiento ante una visión tan novedosa, por lo que se ha optado en algunos casos por el silencio. Es cierto que a veces ha pesado también el temor a la reacción de la sociedad, e incluso a represalias de grupos LGBT, que se han mostrado en algunos lugares muy violentos con quienes cuestionan sus fundamentos. Lo que sí me parece negativo es la ambigüedad que algunos sacerdotes manifiestan hacia la doctrina de la Biblia y la Iglesia, la cual genera más confusión en los fieles y empeora la situación.

4. ¿Por qué decidió no utilizar el concepto de ideología de género en su libro sino teoría de género u otros?

En el capítulo 1 del libro explico que al principio de la obra voy a usar las expresiones “teoría de género” y “perspectiva de género”, como consecuencias de una “antropología de género”. Sólo desde el capítulo 5 uso la expresión –usada, por otra parte, por el Papa Francisco- “ideología de género”. El motivo es que –al menos en Argentina- la expresión ideología tiene una connotación peyorativa o negativa. Si bien en el título uso la expresión, quiero invitar al lector a seguir un camino reflexivo, intentando “escuchar” sin prejuicios la propuesta de la teoría de género, reconociendo incluso sus aspectos verdaderos y valiosos. Sólo luego de ese “escuchar”, comienza la crítica. Entiendo que es la actitud necesaria en este tiempo y lo que nos pide la Iglesia. Todo esto, está claro, sin dejar de exponer con claridad la visión cristiana y las críticas que desde la ciencia se pueden hacer: el diálogo no es sinónimo de relativismo buenista, supone que cada cual conserva y está convencido de quién es y qué piensa.

5. ¿Por qué es importante recordar a filósofos que escribieron libros hace decenas de años atrás para luego hablar sobre la teoría de género? ¿Las bases de esta teoría provienen de persones de personas abiertamente anticristianas?

En el capítulo 2 intento explicar el origen de la “antropología de género”, haciendo referencia a Marx, Engels, Nietzsche, Sartre… Aunque a alguno pueda sorprender, la vigencia y actualidad de algunas de sus propuestas es innegable, incluso a nivel de la formulación de ciertas propuestas. Conocer ese origen y la visión que subyace nos permite comprender también la evolución de las ideas. En todos los casos, los autores citados eran ateos y casi siempre con rasgos anticristianos: consideraban a las religiones como algo malo para la persona y la sociedad, como resabio de épocas pasadas y un modo mítico de comprender el mundo. Es lógico que siendo esto así, tenemos puntos de partida muy diversos, que llevarán a conclusiones divergentes.

6. En su libro habla de las cuatro etapas del proceso de reingeniería social, ¿me puede explicar que significa que la teoría de género se haya introducido de esta forma y cómo cree que ha afectado a los países latinoamericanos?

Diferentes autores han elaborado y desarrollado el concepto de “Ingeniería social” o “reingeniería social”. Esta expresión se refiere a la posibilidad de cambiar el modo de pensar y de vivir de la gente utilizando para esto diferentes mecanismos y fases, que pueden ser reconocidas con facilidad. En mi libro tomo las etapas descritas por Fray Nelson Medina en una de sus conferencias: fase emotiva, fase de normalización, fase de institucionalización y fase de penalización.

Al principio es importante presentar historias que susciten una respuesta emocional en la sociedad: lo medios de comunicación masiva se complacen en narrar ataques violentos a personas transgénero, contar historias de amor romántico entre personas del mismo sexo, con una cierta idealización sobre este estilo de vida.

En la etapa de normalización es importante dar la impresión de que “todo el mundo” acepta esta nueva visión, y de que incluso la ciencia la avala.

La fase de institucionalización –en la que ya se encuentra Argentina casi hace una década- supone que existen leyes donde se asume la teoría de género.

La fase de penalización significa que aquellos que piensen diferente son reducidos al silencio, sometidos al señalamiento público, penalizados económicamente o incluso privados de la libertad de ejercicio de su profesión o llevados a prisión.

En relación a la teoría de género, en algunos países ya estamos arribando a ésta última.

7. ¿Todo lo que proviene de esta teoría puede considerarse malo?

Los padres de la Iglesia acuñaron una expresión al referirse a los elementos verdaderos que encontraban en la filosofía antigua: las “semina Verbi”, semillas del Verbo, del Hijo eterno. Santo Tomás de Aquino también expresó algo parecido en su forma de hacer filosofía y teología, sabiendo reconocer todo lo bueno que encontraba en los sistemas de pensamiento con los cuales confrontaba. De él es una afirmación recogida por Juan Pablo II en la Fides et Ratio: “La verdad, la diga quien la diga, proviene del Espíritu Santo”. Por ese motivo en el capítulo 4 del libro intento descubrir y reflexionar sobre cuáles son esas verdades que están en la teoría de género o en los postulados de sus propulsores. Intento así llevar a la práctica lo que nos pide con insistencia el Papa Francisco, invitándonos al discernimiento.

8. ¿Este es también un libro práctico? ¿Da consejos para saber cómo afrontar la teoría de género desde diferentes ámbitos?

Existen ya varios libros sobre Ideología de género, muy valiosos todos. Al redactar este, quise que fuera una obra adecuada a los padres de familia. Que al terminar de leerlo no se quedaran con la sensación de que “está todo perdido” o que “no podemos hacer nada, estamos derrotados” sino todo lo contrario.

Es un libro práctico que termina con una serie de consejos muy concretos sobre cómo proteger la familia de los ataques externos y las crisis internas, además de invitar a una vivencia intensa de la fe católica y la adhesión plena a la fe bíblica.

También ofrezco algunas reflexiones sobre cómo los laicos pueden incidir en la vida social, no siendo meros espectadores sino protagonistas de lo que acontece.

9. ¿Cómo podemos conseguir su libro?

En Argentina se puede conseguir desde cualquier punto del país en formato físico.

En el exterior, en su versión digital

Ruego a Dios que pueda tocar algunos corazones y animarlos a asumir con asombro y gratitud el plan de Dios, y a que las familias asuman con alegría su propia vocación, a ejemplo de la Familia de Jesús, María y José.

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