(AsiaNews) Las iglesias cristianas de Manipur corren riesgo de ser destruidas. Así lo confirma una fuente católica local que dialoga con AsiaNews. Ella informa acerca de la decisión del gobierno nacionalista hindú local, que sostiene que no va a registrar como «lugar de culto» aquellos edificios religiosos cristianos que se encuentran en terrenos públicos. Para manifestarse contra la decisión, el 25 de octubre, miles de fieles salieron a las calles de la capital estatal, Imfal, dando vida a una protesta silenciosa. «Los líderes de la Iglesia –continúa la fuente- están en negociaciones con las autoridades. Esperamos que acojan nuestros pedidos».
Hay 5 o 6 iglesias en riesgo, la mayor parte de ellas protestantes, que están edificadas en barrios residenciales. Según el gobierno guiado por el Jefe de gabinete Nongthombam Biren Singh, ex jugador de fútbol y político destacado del partido BJP (Bharatiya Janata Party), los edificios no poseerían los documentos regulares y estarían infringiendo la legislación vigente en materia de derechos de la propiedad. Es por eso que se ha decidido no incluir a estas iglesias en el registro de lugares de culto presentes en espacios públicos. Sin embargo, en el listado figuran 188 edificios de todas las demás religiones.
La fuente desmiente la posición de las autoridades y sostiene que los lugares de culto fueron construidos con permisos válidos y no sobre terrenos en situaciones de irregularidad. Además, agrega que el término «destrucción» o «demolición» no está presente en ningún documento oficial, pero que hay «un riesgo concreto» de que esto se ejecute. Luego hace un llamamiento: «Que por lo menos nos habiliten un modo de presentar los documentos».
En base al censo sobre religiones llevado a cabo en el 2011, en Manipur, el cristianismo es la segunda religión con mayor número de seguidores, profesada por el 41,29% de los habitantes (la primera es el hinduismo, con el 41,39% de fieles). La marcha del 25 de octubre estuvo organizada por All Manipur Christian Organization (AMCO). Los manifestantes protestaron de manera pacífica, llevando carteles y pancartas. Sobre ellos figuraban leyendas como: «Queremos justicia y trato equitativo», «Sin Iglesia no hay paz», «Los cristianos quieren paz y armonía», «Exigimos la regularización de los lugares de culto cristianos».
El Rev. Prim Vaiphei, presidente de la organización que promovió la marcha, protesta contra el «presunto favoritismo de [una] religión» por parte del partido hindú, que tiene el mando del Estado. El pastor resalta «el rol determinante de las iglesias cristianas cuando se trata de difundir, entre las distintas comunidades del territorio, el mensaje de vivir juntos, en paz y armonía». «La parcialidad del gobierno en relación a la religión –agrega- no conducirá a buenos resultados». Por su lado, el Jefe de ministros intenta tomar distancia del asunto, sosteniendo que la cuestión no tiene nada que ver con el gobierno estatal. «Mi gobierno –declara- cree en el laicismo, en la unidad y en el respeto de todas las comunidades pertenecientes a fes, credos y castas diferentes».
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