(CNA/Infocatólica) Avvenire, el periódico propiedad de la conferencia de obispos italianos, publicó los nombres de 51 sacerdotes diocesanos que murieron después de contraer COVID-19, y señaló que las comunidades religiosas en Italia también habían informado de nueve muertes relacionadas con el coronavirus.
La mayoría de los fallecidos tenían más de 70 años y algunos de estos sacerdotes tenían problemas de salud subyacentes.
El sacerdote más joven en morir por COVID-19 en Italia ha sido el P. Paolo Camminati, quien murió en el hospital el 21 de marzo a los 53 años.
El P. Camminati era conocido por su ministerio juvenil dinámico, su servicio a los pobres, su trabajo con Acción Católica y su pasión por las montañas. Era el párroco de Nuestra Señora de Lourdes en la diócesis de Piacenza, donde otros cinco sacerdotes con COVID-19 han muerto.
Entre los muertos en Piacenza está el P. Kidane Berhane, un monje cisterciense originario de Eritrea, que residía en la histórica abadía de Chiaravalle en Lombardía. También fallecieron los hermanos gemelos de 87 años, el p. Mario Boselli y el p. Giovanni Boselli, quienes murieron con un día de diferencia.
«Ruego al Espíritu Santo que nos dé el don de la luz y la fuerza. Todos los días hago el Via Crucis pidiéndole al Señor ... que lleve esta cruz con nosotros», dijo el obispo Gianni Ambrosio de Piacenza-Bobbio en una entrevista a Avvennire.
Y añadió: «Es una prueba difícil. Estamos consternados Sentimos un gran sufrimiento. Es una tiniebla que debemos enfrentar, pero con la esperanza de que Dios nunca nos abandona, que Él mismo pasó por todo el sufrimiento para superarlo", agregó el obispo.
Otros sacerdotes que han muerto de COVID-19 en Piacenza incluyen al p. Giuseppe Castelli, 85, y el p. Giovanni Cordani, 83.
La diócesis de Bérgamo ha comunicado la muerte de 20 sacerdotes diocesanos y dos religiosos. El p. Fausto Resmini, ex capellán de la prisión y ministro de las personas sin hogar, murió el 23 de marzo a la edad de 67 años. Lo habían tratado en cuidados intensivos desde el 5 de marzo.
Otras diócesis italianas que han perdido sacerdotes por el coronavirus incluyen Parma, Cremona, Milán, Lodi, Brescia, Casale Monferrato, Tortona, Trento, Bolzano, Salerno, Ariano Irpino, Nuoro y Pesaro.
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