La maquinaria abortista atrapada un caso histórico de la Corte Suprema desafiando la prohibición del aborto por coronavirus

(LifeSiteNews) Live Action, una organización sin fines de lucro líder a nivel nacional, lanzó imágenes y llamadas telefónicas que exponen al Hope Medical Group, un centro abortista en Shreveport, Louisiana, con relación a la actual demanda ante la Corte Suprema sobre el caso de June Medical Services v. Russo, pues están realizando abortos faltando a una prohibición estatal.

Las operaciones en curso del Hope Medical Group están violando una orden del Departamento de Salud de Louisiana que cita que todos los abortos quirúrgicos no esenciales y electivos deben cesar durante la crisis de COVID-19. La orden se hizo para preservar el Equipo de Protección Personal (PPE) que los trabajadores de la salud necesitan desesperadamente en la primera línea de la batalla contra COVID-19. Los objetivos adicionales de la orden son utilizar mejor el personal del hospital, el equipo y la capacidad de la cama para salvar vidas a medida que aumenta el número de casos de COVID-19.

En 2 llamadas telefónicas registradas el 26 de marzo de 2020, los empleados del Hope Medical Group dijeron a los investigadores de Live Action que están abiertos y operando diciendo: «Actualmente somos la única instalación cercana que está abierta y operando, y permaneceremos abiertos y operando el mayor tiempo posible».

«En Louisiana, la industria del aborto prueba una vez más que buscará ganancias sin importar lo que pase. Mientras que el resto del mundo se centra en rescatar a los vulnerables de COVID-19, el Hope Medical Group está programando abortos para matar a fetos, dañarán a las mujeres y usarán recursos médicos preciosos como máscaras, guantes y batas».

Como señaló la senadora de Louisiana Katrina Jackson el jueves pasado, «los proveedores médicos especialistas de Louisiana, como los dentistas, están donando valiosos recursos a los hospitales que luchan contra COVID-19 en Louisiana. Pero el Hope Medical Group se centra nada más que en lucrarse con el aborto. Hacemos un llamado al gobernador John Bel Edwards y al fiscal general de Luisiana, Jeff Landry, para que cierre inmediatamente el Hope Medical Group y lo penalice por faltar al estado y poner en peligro a la comunidad».

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