(Zenit) El documento pontificio da una serie de normas precisas ante casos concretos que se han presentado y está firmado el 31 de mayo pasado.
El Papa explica que el Código de Derecho Canónico y el Código de Derecho Canónico de las Iglesias orientales poseen normas comunes y peculiaridades propias que les dan una cierta autonomía. Entretanto hoy se vuelve necesaria una cierta concordancia, porque «las discrepancias incidirían negativamente en la praxis pastoral». En particular, precisa que «en nuestros días en los que la movilidad de la población ha determinado la presencia de un notable número de fieles orientales en territorios latinos».
Y precisa que «los fieles orientales tienen la obligación de observar el propio rito en donde se encuentren», encontrándose así en dificultad en otros países en donde no los hay. La armonización normativa «es uno de los medios que favorecerá para promover el desarrollo de los venerables ritos orientales», y así permitir a las Iglesias sui iuris, «actuar pastoralmente de la manera más eficaz».
En Occidente, señala el Santo Padre, en donde prevalece el rito latino, es necesario encontrar un equilibrio entre la tutela del derecho de la minoría oriental y el respeto de la tradición canónica de la mayoría latina, para «evitar indebidas interferencias» y promover la «colaboración entre todas las comunidades católicas presentes en un determinado territorio». Por ello se modifican «con sustancial convergencia» los puntos «problemáticos».
Con el auxilio de unos treinta consultores, expertos de todo el mundo, y de las autoridades de los Ordinariatos latinos y de los orientales, la sesión plenaria del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos ha aprobado el nuevo texto, que ahora el Papa promulga.
Monseñor Juan Ignacio Arrieta, canonista de la Penitenciería Apostólica y Secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, explicó en la sala de prensa de la Santa Sede que, respecto al bautismo, la única novedad es que ahora se puede registrar el niño en el rito del progenitor católico u oriental. Y para los ortodoxos rusos, o sea no católicos, los niños pueden ser bautizados católicos por petición de sus padres, y se les dará un certificado de bautismo pero no será registrado en la parroquia.
Sobre el matrimonio, precisó que «solamente el sacerdote celebra el matrimonio entre fieles de diversos ritos, a diferencia del matrimonio católico en el que puede asistir un diácono».
Otro punto que es copiado del código oriental, es en el caso de una pareja de ortodoxos que quieren casarse pero no tienen un obispo de su rito. En ese caso el obispo católico puede autorizar al sacerdote bendecir el matrimonio de las Iglesias Orientales si espontáneamente lo piden y si no hay otros impedimentos. El sacerdote que realiza el matrimonio con discreción avisará al obispo ortodoxo.
Finalmente, otra novedad también tomada del código oriental es que cada cambio a una Iglesia sui Iuris, tiene valor desde el momento que el fiel lo declare formalmente a las autoridades de la Iglesia de otro rito.
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