(Vatican News) Ante la falta de comunicación en las familias, el prelado dijo que «contamos con la Eucaristía, el alimento que nos une y nos llama a la reconciliación para superar toda división y discordia».
Siguiendo el Evangelio del domingo, el Prelado habló de Jesucristo «Pan vivo bajado del cielo» y aseguró que con su presencia en la Eucaristía «vivimos la fiesta y la alegría de una relación exclusiva que nos hace uno con Jesucristo, una comunión inquebrantable y existencial. Es todo y el mismo Cristo que cada uno de nosotros recibe al comulgar en la Santa Misa y, al unirnos a él y a Dios Padre, nos unimos también entre hermanos, porque juntos formamos el cuerpo de Cristo, la Iglesia» señaló.
La relación interpersonal a menudo superficial
El prelado añadió que «hoy vivimos una profunda falta de comunicación que impide la comunión y la relación entre personas. Se lo constata en la misma familia entre esposos y entre padres e hijos, entre vecinos, entre amigos, en el ambiente laboral y entre grupos de la sociedad». En ese mismo sentido agregó que la relación interpersonal a menudo es superficial, interesada, oportunista; por eso, afirmó, la comunión entre las personas es débil y no nos enriquece mutuamente.
El Prelado también lamentó que a veces «Hay indiferencia ante el dolor y la angustia ajena y se hace muy difícil apasionarse e interesarse por la misma causa, por los valores e ideales de una sociedad justa, libre y solidaria, donde todos tengan condiciones de vida digna».
Mons. Gualberti dijo que «Ante esta situación, contamos con la Eucaristía, presencia real de Cristo, el don para que todos y no sólo algunos, vivamos la comunión con Dios y los hermanos. Para ser testigos creíbles de este misterio supremo del amor de Dios providente hacia todo ser humano hay que asumir un compromiso concreto de solidaridad y de cercanía fraterna con los demás, en particular con los pobres, los marginados y los necesitados que están a nuestro lado».
La Familia: pilar en la sociedad
En este encuentro participaron 200 familias, venidas de varios países. Paralelamente se tuvo el Encuentro Zonal Latinoamericano, EZO 2018 de los jóvenes emefecistas, MFC, donde participaron 150 jóvenes delegados.
El Padre Miguel Córdova, Asesor Eclesial MFC Bolivia, destacó la importancia de este Encuentro, donde se ayuda a las familias, fortaleciéndolas, como «pilares más importantes de los pueblos latinoamericanos, y patrimonio de la humanidad entera».
El Encuentro internacional denominado EZO 2018 se desarrolló con el objetivo de «Ser una plataforma que ayude a ver la necesidad de tener una conversión personal, conyugal y familiar y adquirir un compromiso de vivir y dar testimonio de lo que Jesús nos pide en nuestra vida diaria, ofreciendo a la sociedad el carisma del MFC, confirmando ser un movimiento de puertas abiertas».
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