(Catholic Herald/InfoCatólica) Un total de seis sacerdotes, que prefieren mantenerse por ahora en el anonimanto, han denuciado a CNA que existe una «subcultura gay» en la Archidiócesis de Newark, particularmente en el seminario.
Sin embargo, el cardenal asegura en una carta a los sacerdotes que nadie, «incluidas las 'fuentes' anónimas 'citadas en el artículo» le ha hablado alguna vez sobre tal subcultura.
Una de las acusaciones detalladas por CNA se refiere al P. Mark O'Malley, quien fue removido de su puesto de rector del seminario diocesano y dado de baja médica en el año 2014. Las fuentes afirmaron que fue acusado de esconder una cámara en la habitación de otro sacerdote.
El Cardenal Tobin dijo en la carta: «En abril de 2014, el P. Mark O'Malley, que estaba sirviendo en St. Andrew's College, experimentó una grave crisis personal por la cual recibió una evaluación psicológica y una terapia posterior. En abril de 2015, se lo consideró apto para el ministerio sacerdotal. Él espera servir como capellán de hospital».
La CNA también informó que el P. James Weiner, recientemente nombrado párroco de St Andrew's en Westwood, Nueva Jersey, estaba bajo nueva investigación. El P. Weiner fue identificado como el hombre sin nombre al que se hace referencia en las acusaciones de agresión sexual realizadas por el P. Desmond Rossi.
El P. Rossi afirmó que fue asaltado sexualmente por dos diáconos en 1988. Aceptó un acuerdo extrajudicial de aproximadamente $ 35,000 en 2004.
El cardenal Tobin dijo que el caso del P. Weiner había sido examinado por una junta de revisión en 2003 «a pesar de que no implicaba una denuncia de abuso sexual de un menor». Dijo que había ordenado una nueva investigación el mes pasado debido a «nueva información y ante la necesidad de tener precaución en estos momentos tan difíciles».
El cardenal tenía programado instalar al P. Weiner como párroco el 15 de septiembre, pero un boletín de la parroquia del pasado fin de semana anunció que el nombramiento se había retrasado indefinidamente.
El cardenal concluye su carta expresando su esperanza de que las fuentes citadas por la CNA no sean realmente sacerdotes de su diócesis, pero la agencia ha asegurado que sí lo son.
El purpurato también exhortó a sus sacerdotes a que no hablen a los medios de comunicación y, en su lugar, envíen todas las consultas al Director de Comunicaciones de la archidiócesis.
«Repito mi voluntad de reunirme con cualquier hermano que desee compartir sus preocupaciones con respecto a las denuncias en la prensa o su experiencia personal en nuestra Iglesia local», agregó.
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