(EP) El arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo, ha manifestado este martes respecto al conflicto que atraviesa Cataluña a cuenta del proyecto independentista, que el deber religioso «obliga a querer a la patria y a rezar por ella», defendiendo así que «la unidad de España es un valor moral que nadie tiene derecho a despreciar o destruir».
Del mismo modo, ha opinado que la nueva ley andaluza sobre las personas Lgtbi y sus familiares «consagra la ideología de género», tachando de «perversión» que «cada cual pueda elegir su propia construcción como persona y elegir su sexo, prescindiendo de la naturaleza».
En un encuentro informativo promovido por la Fundación San Pablo Andalucía CEU, Juan José Asenjo ha analizado diferentes aspectos de la actualidad regional o nacional, como el conflicto que sacude a Cataluña a cuenta del proyecto independentista. Y es que según ha expuesto, «no se adivina un horizonte despejado a corto plazo».
Al respecto, ha defendido que «la unidad de España es un valor moral que nadie tiene derecho a despreciar o destruir», lo que le ha llevado a explicar que él mismo ha rezado públicamente en demanda del mantenimiento de «la unidad» de España, porque «el deber religioso nos obliga a querer a nuestra patria y a rezar por ella».
Situación muy delicada de los obispos en Cataluña
En ese sentido, ha opinado que los obispos de diócesis catalanas «viven una situación muy delicada y se tienen que mover en una situación muy difícil» como pastores de todos los fieles, más allá de la tendencia política de los mismos. «Yo no querría verme en la piel de los obispos catalanes», ha admitido.
Asenjo ha evaluado además la declaración protagonizada por los obispos de Navarra, País Vasco y Bayona, pidiendo perdón por sus «complicidades, ambigüedades y omisiones» frente a la banda armada ETA, que recientemente formalizaba su disolución.
A su juicio, «los obispos del País Vasco son todos nuevos y jóvenes y tienen la esperanza de que se pueda superar la división de la sociedad del País Vasco» y «algo de eso perseguía» la citada declaración. «Quisieron contribuir a la paz, la concordia y la reconciliación», ha dicho Asenjo, aludiendo al «reconocimiento de que en el pasado, a lo mejor la Iglesia no ha estado a la altura que debería haber estado en el País Vasco».
Ley LGTBi perversa
Igualmente, Asenjo ha hablado sobre la actual Ley autonómica destinada a garantizar los derechos, la igualdad de trato y la no discriminación de las personas Lgtbi y sus familiares, en vigor desde el pasado mes de febrero. Con relación a dicha normativa, ha defendido que «hay que proteger a los homosexuales, lesbianas, transexuales y bisexuales, porque son hijos de Dios, hermanos nuestros y tienen su puesto en la Iglesia».
Y aunque ha apoyado «que las leyes defiendan» a estas personas, ha opinado que la mencionada ley autonómica «consagra la ideología de género», algo que a su juicio es «perverso». «Eso de que cada cual pueda elegir su propia construcción como personas y elegir su sexo, prescindiendo de la naturaleza, nos parece una perversión que puede tener consecuencias funestas el día de mañana», ha dicho, exponiendo que los obispos del Sur, quienes ya se han pronunciado sobre el asunto, volverán a abordar esta ley en una «próxima» reunión.
No a la eutanasia
Finalmente, ha insistido en que la eutanasia «no es ninguna solución» y constituye «un verdadero suicidio». Al respecto, ha defendido que «sólo Dios es dueño de la vida», argumentando sobre el asunto que el papel de los médicos debe ser «sanar y curar» a las personas, no «acortar su vida».
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