(AsiaNews) Para los católicos de la diócesis de Thái Bình, en la provincia costera homónima del norte de Vietnam, el período navideño es una ocasión para renovar el compromiso con los discapacitados y las personas relegadas a los márgenes de la sociedad. A estos últimos, la Iglesia ha orientado una serie de iniciativas que brindan un sostén material y espiritual, alivio, momentos para compartir, y asistencia médica. Por 18vo año consecutivo, la diócesis y su obispo, que desde el 2009 es Mons. Peter Nguyễn Văn Đệ, han organizado un Congreso de Navidad para los inválidos. El evento se desarrolló del 14 al 16 de diciembre en la Nhà Chung (la Secretaría Episcopal) y contó con la participación de más de 5.600 discapacitados y más de 1.000 voluntarios.
Los participantes llegaron a Thái Bình provenientes de 100 centros y unidades sociales instituidas en provincias septentrionales como Nam Định, Hưng Yên, Ninh Bình, Thái Nguyên, Bắc Ninh y Hải Dương. El primer día, el personal médico (católico y no) presente visitó y prescribió fármacos de forma gratuita a más de 500 enfermos de lepra. Ofrecieron su trabajo voluntario doctores y enfermeros provenientes de Hà Nội, Ho Chi Minh City (Sài Gòn) y Thái Bình; e incluso de la diócesis de Incheon, en Corea del Sur. En el evento también participó Mons. Mario Michiaki Yamanouchi, obispo de Saitama (Japón). Niños y jóvenes de la diócesis local luego hicieron participar a los pacientes en actividades de juego, culturales y deportivas.
Estas caracterizaron los 2 días restantes de la iniciativa, que tuvo su culmen en la misa celebrada por Mons. Nguyễn Văn Đệ el 15 de diciembre. En la celebración estuvieron presentes obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas. Durante la misa, la asamblea rezó una oración especial por los enfermos, discapacitados y por las personas que sufren. A diferencia de otros años, los fieles pudieron escuchar algunas «lecciones sobre la Palabra de Dios» impartidas por los prelados. En particular, Mons. Joseph Châu Ngọc Tri – obispo de la diócesis de Cao Bằng-Lạng Sơn – resaltó la importancia de que Dios haya revestido a los hombres al mandar a la tierra a su Hijo único. Mons. Yamanouchi luego expresó su alegría por haber adherido a la iniciativa de la diócesis local, agregando: «Deseo que Thái Bình y Saitama estén cada vez más presentes, unidas por el espíritu fraterno».
Mons. Peter Nguyễn Văn Đệ resumió de esta manera el Congreso: «estuvimos juntos, compartiendo alegrías y dolores, mientras nos preparábamos para festejar la Navidad». «Todos estamos invitados, incluso aquellos entre ustedes que no comparten la fe. A pesar de ello, tenemos un paraíso en común. El Creador es el mismo para todos nosotros, al igual que la tierra, la atmósfera y el aire que respiramos. Por tanto, tenemos mucho en común. En la vida, hay alegrías y dolores; también hay padres, antepasados, felicidad, tristeza e injusticia. Esperamos tener una vida en paz y feliz. Finalmente, Jesús viene a la tierra para amarnos y salvarnos. Que vuestra fe en esto siempre permanezca firme, queridos hermanos y hermanas».
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