Ayer, día del Dulce Nombre de María, el obispo de Lipa, Ramón C. Argüelles, anunciaba que los acontecimientos que rodean la aparición de la Santísima Virgen María (en 1948 en Lipa) bajo el título de Mediadora de Todas las Gracias son de «carácter sobrenatural» y «dignos de fe». Lo dijo en un emotivo acto recogido por la página web de la Conferencia Episcopal de Filipinas, aunque todavía no hay pronunciamiento formal del CBCP.
Las cuatro páginas del documento (que recoge el blog filipino The Splendor of the Church) relatan el tortuoso camino de aprobación y los frutos que se esperan, en especial de la Iglesia en Filipinas para el mundo.
Yo soy poco dado a estas cosas, vamos que me las tomo en serio y por eso soy muy escéptico. Y este caso reúne los elementos básicos de otras apariciones marianas aprobadas, tanto en sus fenómenos extraordinarios como en los humanos. En especial la obediencia de la vidente que tanto se echa en falta en otras supuestas apariciones, aun en la contradicción de los buenos.
Además trae recuerdos de Lourdes, allá en 1858 se presentó la Virgen como «Yo soy la Inmaculada Concepción», cuatro años después de la definición del dogma. Aquí, en Lipa, se presentó como «Mediatrix», dogma que aún está en estudio, sobre el que hay bastante consenso aunque quizá haya matices –Co-Redentora– en cuanto a la oportunidad de definirlo como tal. Tres años antes se había aparecido en Amsterdam con el mismo ‘título’.
El 13 de septiembre de 1948 la Virgen se apareció en Lipa, cerca de Manila, a la novicia Teresita Castillo, en un convento Carmelita, como la «Mediadora de Todas las Gracias». Se registraron «lluvia de pétalos de rosa» de todos colores, de una variedad que sólo se da en Rusia. Hubo varias locuciones de la Virgen esos días y numerosos fenómenos extraordinarios.
Tanto la postulante como la Superiora consultaron a Monseñor Alfredo Obviar, obispo auxiliar de Lipa y capellán del Carmelo de Lipa, que fue testigo tanto de la lluvia de pétalos como de los otros fenómenos que dio por auténticos.
En 1951 el informe de la comisión de investigación, firmado por seis obispos declaró las apariciones Lipa como un fraude y «no-sobrenaturales», especialmente beligerante fue el Nuncio, el Cardenal Vagnozzi. Ordenaron quemar los pétalos, la imagen de la Virgen tal cual la vio la vidente y el diario de Teresita Castillo, que además fue sometida a tratamiento psiquiátrico.
Años después, uno de los obispos se retractó en el lecho de muerte lo que ocasionó que se reabriese la investigación en 1991. El 17 de abril de 2005, el nuevo obispo de Lipa, Ramón Argüelles, permitió la devoción bajo ese título mariano y la imagen esculpida de acuerdo a la visión de Teresita Castillo es venerada públicamente en distintos lugares de Filipinas y comunidades religiosas.
El 17 de enro de 2015, el Papa Francisco venera públicamente una réplica en el Palacio Arzobispal de Tacloban.
Ha sido pura casualidad que los tres últimos post sean sobre la Virgen María. O, no.
Esta temporada que se nos presenta por delante recomiendo acudir mucho a ella: «Refugium peccatorum», «Auxilium Christianorum»
Esperemos acontecimientos respecto a las apariciones de Lipa, en cualquier caso, siempre es interesante conocer noticias de Nuestra Madre, vistosas o no…, ¡si yo os contara de estas últimas!
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