Oportunidad para compartir la fe cristiana
Como todos los años, al menos desde 2010, los jesuitas en Kirguistán han organizado campamentos de verano para niños huérfanos y discapacitados, la mayoría de ellos musulmanes, con la ayuda de voluntarios católicos de todo el mundo. El verano pasado, las actividades de verano se organizaron en dos grupos de jóvenes voluntarios, el primero formado por la capellanía de la Universidad Católica de Lublin (Polonia), el segundo por chicos lituanos.
(Asia News) Los estudiantes organizaron un campamento de verano en las montañas que acogió a unos 25 huérfanos en la ciudad de Osh [(la segunda más grande del país, en el sur), en la frontera con Uzbekistán. Junto con otros compañeros de la parroquia de Jalal-Abad (el suroeste de Kirguizistán), luego programan cursos de inglés para niños y adolescentes.
Durante los últimos 10 días del mes de julio se han dictado otras clases de inglés para los más de 50 estudiantes en el Centro de Niños en el lago Issyk-Kul (en el noreste). En la cornisa montañosa aledaña a un lago, los estudiantes también han montado seis campamentos para niños discapacitados y huérfanos, la mayoría de ellos de religión islámica, de Kara-Suu (en el valle de Fergana, la parte sur). Algunos voluntarios han ayudado a gestionar refugios para jóvenes católicos en la capital y sus alrededores.
Los campamentos de verano son momentos de encuentro entre culturas y religiones y representan una importante oportunidad para compartir la fe cristiana y el valor de la Iglesia.
La Iglesia católica está presente en el país con un solo obispo, Nikolaus Messmer, administrador apostólico desde el año 2006. Sobre una población de unos 5,6 millones de personas, el 88% de los habitantes son musulmanes, mientras que el 11,4% de la población es cristiana (de los cuales el 9,4% pertenece a la Iglesia Ortodoxa Rusa).
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