(ACN/InfoCatólica) Atendiendo a estas llamadas de auxilio está la campaña que ACN puso en marcha hace pocos días: 5 millones de euros destinados al sostenimiento de sacerdotes, religiosas y comunidades afectados por la crisis del coronavirus, que están perdiendo a causa de la pandemia su modo de subsistencia.
Desde la diócesis de Maroua-Mokolo, en Camerún, nos explican las limitaciones que están viviendo y la previsión para las próximas semanas: «Desde el 18 de marzo, hemos estado encerrados. La reanudación de las actividades (desconfinamiento) está prevista para el 1 de junio con la apertura de las escuelas. En lo que respecta a nuestra diócesis, estamos planeando la reanudación de las actividades pastorales con las máscarillas a partir del 31 de mayo, la fiesta de Pentecostés («el desconfinamiento de los apóstoles»), coincidiendo con la fiesta del nacimiento de la Iglesia».
También desde Benín, las Hermanas Misioneras Catequistas del Sagrado Corazón de Parakou transmiten su esperanza y nos recuerdan la Comunión de la Iglesia tan unida en este momento a través de la oración: «El mundo está sacudido por esta pandemia que no se apiada del hombre. Está causando pánico en todo el mundo. Pero el Dios Todopoderoso lo ve todo y tiene el control. Los que creemos en Él debemos confiar en que Él hará algo y que, a pesar de todo, está ahí, entregado por nosotros. Pensamos en vosotros en nuestras humildes oraciones diarias. Permanecemos en una unión de oración».
Una ayuda muy esperada
Son numerosos los mensajes de petición y agradecimiento que están llegando de parte de las Iglesias locales, respecto a la campaña de emergencia de ACN, en un momento en que la necesidad que atraviesan los sacerdotes y religiosas de estos países es cada vez más acuciante. El Prior Viceprovincial de la Orden Dominicana de Pakistán, Ibn-e-Mariam, agradece el apoyo que recibirá para tener un vehículo a disposición de la diócesis: «Será de gran ayuda para llegar a la gente de la Parroquia del Santo Rosario que vive lejos de la Casa Parroquial.» Respecto a la situación que continúan viviendo por el virus afirma «Seguimos encerrados. Pedimos al Señor que quite esta enfermedad de este mundo para que la gente pueda vivir alegremente y en paz. Estamos haciendo obras de caridad para los pobres y necesitados cristianos confinados en sus casas debido al encierro. Estamos continuamente rezando por la Ayuda a la Iglesia Necesitada – ACN y por todos los benefactores».
En la diócesis de Kabinda, de la República Democrática del Congo, nos cuenta cómo esta ayuda les permitirá sobrevivir durante los próximos meses: «Quiero expresarles mi profunda gratitud por su providencial intervención. De hecho, con las últimas medidas adoptadas para limitar la propagación del covid-19, nuestros sacerdotes que viven esencialmente de las ofrendas dominicales están experimentando grandes dificultades y ya no pueden satisfacer sus necesidades básicas. Por lo tanto, es para decirles que su ayuda financiera es bienvenida como una intervención celestial. Gracias por ser siempre instrumentos de la Providencia para nuestras Iglesias particulares. Por nuestra parte, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para asegurar que todas las Misas solicitadas se celebren regularmente. Con la seguridad de nuestras humildes oraciones por ustedes, por todos sus colaboradores, sin olvidar a todos los benefactores de su trabajo. Gracias una vez más por todo».
ACN continúa trabajando en la campaña internacional de emergencia para sostener a sacerdotes y religiosas afectados por la crisis que está provocando la pandemia de coronavirus. La Fundación ha prometido 5 millones de euros para comunidades de Oriente Medio, Hispanoamérica, Asia, África y Europa Oriental.
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