(CATHOLIC HERALD) Mientras los obispos italianos y los funcionarios del gobierno continúan negociando una forma de reanudar la celebración pública de las misas, el gobierno proporcionó pautas que permiten la celebración de funerales a partir del 4 de mayo.
Durante la primera fase de desconfinamiento por el COVID-19, solo la familia inmediata del difunto, y no más de 15 personas, pueden estar presentes en el funeral; deben permanecer a un metro de distancia durante el servicio y usar máscaras faciales, dijo la nota del Ministerio del Interior al secretario general de la conferencia de obispos.
El funeral puede realizarse dentro de una iglesia o capilla o puede ser un servicio al aire libre, pero no ambos, decía la nota, que se publicó en el sitio web de los obispos italianos el 30 de abril.
Si bien se permiten pequeños funerales, la nota decía que «salvaguardar la salud pública y no poner en peligro los esfuerzos logrados, pues aún tenemos limitación de ciertos derechos constitucionales, como el ejercicio de la libertad de culto».
Por lo tanto, dijo el ministerio, se debe tener cuidado el garantizar que tan pronto como termine el funeral, las 15 o menos personas presentes se dispersen, y no haya un «cortejo que acompañe el transporte del ataúd», una práctica común, especialmente en el sur de Italia.
Determinar «la forma litúrgica de la celebración es competencia de las autoridades eclesiásticas, tomando en cuenta la prudencia según las diferentes situaciones en los diferentes territorios, las tradiciones y las costumbres locales, mientras se asegura que la ceremonia se realice en un tiempo limitado».
Los ritos finales y de despedida, del funeral católico, «deben realizarse en el mismo lugar donde se realizó el funeral», decía la nota.
Si el funeral incluye una misa, «se debe evitar el contacto físico, por ejemplo, durante el intercambio de un signo de paz, de conformidad con las normas eclesiásticas ya vigentes», continuó.
Si el funeral se celebra en un lugar cerrado, como una iglesia o capilla, debe ser lo suficientemente grande como para que las 15 personas se mantengan a una distancia segura entre sí y del celebrante, y debe desinfectarse antes y después del servicio, dijo la instrucción del gobierno.
Mientras tanto, la conferencia episcopal y los funcionarios del gobierno continúan discutiendo ideas sobre cómo sería posible reanudar la celebración regular de las misas además de los funerales.
El primer ministro Giuseppe Conte anunció el 26 de abril una flexibilización de las medidas de contingencia en etapas hasta el 1 de junio, pero no incluyeron la reanudación de las misas. Conte dijo que los miembros del comité técnico-científico nacional COVID-19 no vieron una manera de garantizar la seguridad de todos, especialmente en el momento de la distribución de la Comunión. Incluso si la Comunión se da solo en la mano, dijeron, el sacerdote o ministro eucarístico y la persona que recibe la Comunión seguramente estarían cercas entre sí.
Desde el anuncio de Conte y la reacción de los obispos italianos de que él «arbitrariamente» prohibió las misas, los obispos y los funcionarios del gobierno se han reunido regularmente para discutir ideas. Hasta el 30 de abril, no se había tomado ninguna decisión.
Avvenire, el periódico de la conferencia episcopal italiana, informó el 30 de abril que si los pequeños funerales no parecen contribuir a un salto en las infecciones por COVID-19, es posible celebrar las Misas al aire libre a partir del 11 de mayo y en iglesias el 25 de mayo, siempre y cuando las personas mantengan distanciamiento social, usen máscaras y guantes.
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