«Yo soy un gran creyente en el diálogo»
El cardenal venezolano Jorge Urosa Sabino consideró hoy que una ley de amnistía como la propuesta por los opositores y rechazada este martes por el Gobierno nacional, «sería sumamente positiva para todo el país». «Me parece que sí es necesario que haya en el país una ley de amnistía que resuelva la situación de muchos presos que están precisamente en una condición terrible», dijo el cardenal a los periodistas antes de oficiar una misa.
17/04/14 1:50 PM | Imprimir | Enviar
(EFE/InfoCatólica) En una reunión sostenida ayer martes, el Gobierno rechazó una propuesta de ley de amnistía hecha por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para la liberación de los estudiantes y líderes detenidos en las protestas antigubernamentales iniciadas el 12 de febrero. Este encuentro es el segundo de una serie de reuniones entre el gobierno de Nicolás Maduro y la MUD auspiciadas por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Vaticano para tratar de buscar una salida a la crisis política que vive el país desde hace semanas.
Asimismo, el arzobispo de Caracas cuestionó las condiciones en las que están detenidos el dirigente Leopoldo López y los alcaldes destituidos recientemente en el marco de las protestas Vicenzo Scarano y Daniel Ceballos. «Yo no entiendo por qué tienen que tener incomunicados a los alcaldes (Daniel) Ceballos y (Enzo) Scarano o a Leopoldo López, en fin, hay condiciones ahí realmente inhumanas», señaló. En este sentido, reiteró que «una ley de amnistía sería sumamente positiva para todo el país».
El cardenal aseguró «que es muy importante el diálogo iniciado por la oposición y el Gobierno (...) para que no siga la violencia que ha ensombrecido la vida del país en las últimas 10 semanas». «Yo soy un gran creyente en el diálogo y apoyo todo lo que se haga en esa línea, por supuesto diálogo significa buscar encuentros, buscar coincidencias, deponer actitudes intransigentes y en ese sentido hay que ir avanzado», dijo Urosa.
Venezuela vive desde hace dos meses una ola de protestas que en ocasiones han degenerado en hechos de violencia con un balance de 41 muertos y más de 650 heridos.
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