(ABC) Allí estaba el presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, que lanzaba su primer mensaje directo al presidente del Gobierno. «La última palabra sobre el aborto no la tiene Rajoy, la tiene la calle», decía Blanco. A su lado, la presidenta de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), Begoña Ladrón de Guevara, recriminaba al Gobierno «no haber defendido la vida como debían haber hecho».
Las alusiones a las sucesivas citas electorales que se van a vivir este años fueron constantes a lo largo de toda la marcha, y estuvieron en la boca de todos los miembros de las asociaciones convocantes a los que se les preguntaba. Todos respondían en el mismo sentido: «La gente que ha venido a esta manifestación no tiene ganas de votar a un partido que no defiende la vida», decía el vicepresidente del Foro Español de la Familia, Lorenzo Dionis, profundamente «decepcionado» con la decisión del Gobierno de retirar la reforma de la ley del aborto.
Entre los asistentes a la marcha pudo verse a la candidata del PP a la alcaldía de Madrid, Esperanza Aguirre, que no quiso hacer declaraciones a los periodistas y fue muy bien recibida por los asistentes, y también al exalcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano. Tampoco faltó al acto el exministro del PP, exeurodiputado y ahora presidente de la Fundación Valores y Sociedad, Jaime Mayor Oreja; ni miembros de Vox, ataviados con llamativas camisetas verdes. A todos ellos, Benigno Blanco les lanzó un mensaje. «A los políticos que vengan», dijo, «solo les pido que después sean coherentes con lo que defendemos aquí».
Sobre las 12:30, la cabecera de la manifestación llegaba a la Puerta de Alcalá, donde el acto empezaba con el emotivo testimonio en una pantalla gigante de Dalila, una madre que abortó para no perder su trabajo ni a su pareja, y cuando regresó de la clínica, se encontró con que nadie la esperaba ya. «Tu pareja puede irse, pero tu hijo será tu hijo toda tu vida», decía Dalila, ahora en directo sobre el escenario y con su hija Ariadna en brazos. «Mujer se valiente porque Dios proveerá», era el mensaje con el terminaba su testimonio.
Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida y madre de siete hijos, fue quien tomó el relevo de Dalila y leyó un discurso en el que pidió el fin del «holocausto silencioso y consentido» que considera es el aborto. Latorre advirtió que las asociaciones provida no van a dejar «que se disfrace de progreso y libertad la muerte violenta de un ser humano en el vientre de su madre». «Que nada te impida que tu corazón de madre luche como una leona por él, ni nada te prive de la alegría de la maternidad... que a veces es lo único hermoso en le mundo hostil que te rodea», afirmó Latorre, antes de despedirse de todos dando las gracias y subrayando que «nuestras manifestaciones son alegres porque nos negamos a perder la esperanza (...). El éxito de esta manifestación no se mide por el número de asistentes, que somos muchísimos, el éxito es el propio mensaje. Solo con que una madre que dudaba haya dejado nacer a su hijo, ya ha sido un éxito».
La música del colombiano Héctor Tobo y del flamenco Tito Losada, y los testimonios en primera personas, fueron sucediéndose durante las casi dos horas que duró el acto en la Puerta de Alcalá. Por el escenario pasaron Elena -Elenita- y su madre, que contó cómo su hija había prescindido de los regalos de su cumpleaños para donar mejor cosas útiles a la Red Madre, y como ella misma había puesto en marcha una cadena de favores a través de WhatsApp. También hablaron Patricia y Manu, dos jóvenes que se declaraban orgullosos de ser la «generación provida», y «de dar la cara por la mujer y por la vida».
El presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, fue el encargado del discurso final. Y no dejó de recordar en todo momento al Gobierno que los presentes en la manifestación no pueden «dictar leyes, ni disponer del presupuesto», pero que sí pueden «hablar, manifestarse, votar, crear redes de apoyo a la mujer y ayudar a hacer visible al no nacido porque es su vida lo que está en juego».
Blanco subrayó que no se van a callar «hasta que no haya un solo aborto en España y existan leyes justas que protejan la vida», y pidió a los diputados del PP que no hagan suya la ley del aborto de 2010 y que «no apoyen esa iniciativa de su propio Grupo». Incluso recordó a Rajoy que «en España surgen nuevos partidos políticos, se expanden otros que ya existían y se contraen algunos de los de siempre. En este panorama -dijo- los defensores de la vida deseamos que surjan mayorías parlamentarias comprometidas con la vida».
Ni siquiera se libraron los miembros del Tribunal Constitucional que deben decidir sobre el recurso de inconstitucionalidad de la ley interpuesto. A ellos, Benigno Blanco, tras unos segundos de «grito silencioso», les pidió que «oigan nuestro silencio y dicten sentencia leal con derecho de todos a la vida».
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