(Diario de Cádiz/InfoCatólica) Todo ocurrió sobre las cinco de la tarde del miércoles cuando dos individuos llamaron a la puerta de la casa parroquial, donde reside el cura, anexa a la iglesia de Santa María de Gracia, en Espera. El sacerdote, Antonio Aguilar Verdugo, de 52 años de edad, que lleva seis de ellos destinado en el pueblo, se quedó estupefacto al ver a dos individuos vestidos con ropas negras, gafas y gorros, que sin mediar palabra le pusieron un cuchillo en el cuello, exigiéndole el dinero de la recaudación para la restauración del Cristo.
Lejos de amilanarse, el párroco reaccionó abalanzándose sobre ellos, arrebatándole a uno de los asaltantes el cuchillo, que le ocasionó un corte en un dedo. Finalmente, ambos individuos salieron corriendo, dándose a la fuga mientras el cura daba la voz de alarma a las fuerzas de seguridad y era atendido en el centro de salud del municipio.
Tras conocerse los hechos, la Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local de Espera, montó un dispositivo de búsqueda para interceptar a los dos presuntos ladrones, que fueron hallados noventa minutos después del hecho. Según fuentes del Instituto Armado, tras las primeras gestiones se detenía al primero de ellos, y tras su declaración y la muestra de evidencias que se le presentaban, terminó por reconocer los hechos de los que se le acusaba. Este periódico ha podido saber que los detenidos son naturales de Espera, tienen menos de 30 años, y al menos uno de ellos cuenta con antecedentes por robo.
Hubiera sido una pena muy grande para el pueblo
«Si llegan a llevarse el dinero hubiera sido una pena muy grande para el pueblo», confesaba una vecina. Los habitantes de Espera llevan meses donando dinero para la restauración del Cristo de la Antigua, una imagen muy querida y venerada.
Al parecer, la recaudación podría llegar a los 17.000 euros, aunque estaría custodiada en una cuenta bancaria abierta para tal fin. «Qué desgraciados son. Se creían que el dinero lo iba a tener el cura encima. Eso anda en cuentas bancarias», reflexionaba otra espereña. La restauración del Cristo, imagen que reside en una ermita en el castillo de Fatetar, se iba a realizar una vez pasadas las fiestas en su honor, que arrancan el próximo día 6 de septiembre.
Don Antonio, el cura destinado en Espera y natural de la cercana población de Puerto Serrano, cuenta con el afecto de la mayoría del pueblo. Trabaja en esta sede desde hace seis años y, se da la paradoja de que en varias semanas se marcha del pueblo con otro destino, según dicen miembros de su feligresía. «Se hace querer», comentaba otro vecino. Y es que dicen que el párroco ha sido sensible con los problemas de este pueblo. Cuando cientos de habitantes se echaron a la calle, en enero de 2012, para denunciar los estragos de la crisis sobre las familias y los desahucios realizados por las entidades bancarias, él los acompañó a pie de calle en sus reivindicaciones.
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