(Agencias/InfoCatólica) Según Casado, la ley que impulsó el Gobierno de Felipe González contaba «con el acuerdo de los dos grandes partidos» y la «aceptación» de la «mayoría de la sociedad».
Tales afirmaciones no son ciertas, como se demuestra por el hecho de que Alianza Popular -así se llamaba entonces el PP- votó en contra de dicha ley y la recurrió al Tribunal Constitucional (TC).
De hecho, en el debate que se mantuvo en el Senado, el senador popular Juan de Arespacochaga dijo que era una «ley de muerte» y «una ejecución sangrienta legalizada».
En cuanto a la sociedad, se produjeron grandes manifestaciones en contra del aborto y a favor del derecho a nacer.
No es menos cierto que, con el paso del tiempo, el PP no solo aceptó dicha ley, negándose a derogarla, sino que fue más allá al legalizar la primera píldora abortiva en España, en tiempos del gobierno de José María Aznar.
De hecho, el fundador y primer presidente del partido, Manuel Fraga, dijo en el año 2010 no ser partidario de derogar ni la ley del aborto ni la del matrimonio homosexual, aunque esta última también había sido recurrida por el PP ante el TC.
Finalmente, el antecesor de Casado al frente del Partido Popular y ex-presidente del gobierno, Mariano Rajoy, impidió que su partido cambiara la actual legislación abortista, lo cual provocó la dimisión del por entonces Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, quien posteriormente declaró que le daban asco las razones para retirar la reforma que él había propuesto.
Bajo la ley de 1985, en España se llegaron a contabilizar más de cien mil abortos al año.
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